CAMPECHE. Lo predecible se cumplió, en algunos puntos de la capital campechana se avistó una manga de langosta que, según su trayectoria, se dirigía hacia Uayamón. Productores del campo se encuentran en incertidumbre, ya que esta plaga representa una devastación depredadora de cosechas.
El fin de semana llamó la atención de los campechanos una extensa manga de langostas en varios sectores de la ciudad, tal como Ex Hacienda Kalá, Samulá y Chiná. De hecho, también se visualizó la plaga del acrídido cerca de la unidad habitacional Siglo XXI y Kalá, moviéndose hacia el poblado de Uayamon.
Los ciudadanos comentaron que la presencia de la manga de langosta en la ciudad es un mal presagio para las actividades productivas, particularmente en el campo.
Hasta el momento la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (SDA) no ha reportado la presencia del insecto, a pesar que según están monitoreadas las mangas de langosta y que resultan ser muy peligrosas para las actividades del campo cuando la especie se encuentra en su etapa voladora es cuando se convierte en una verdadera amenaza depredadora para los cultivos.
De hecho, en este mes de marzo al menos cuatro municipios del estado de Campeche se encuentran en alerta ante la amenaza por la presencia de las mangas de langostas.
Las mangas de estos insectos han ingresado por la zona norte provenientes del vecino estado de Yucatán, donde las autoridades no las combatieron a tiempo y la situación se ha salido de control.
Por otra parte, los productores han expresado que la dificultad para combatir esta plaga radica en que los insectos se han posado en zonas de difícil acceso dentro del monte, lo que ha complicado su erradicación.
La primera manga fue detectada en Dzitbalché, a la altura de la maquiladora y del campo “Cuatro Piedras”. Posteriormente, se desplazó hacia la comunidad de Santa Cruz Pueblo, donde se internó en una zona montañosa de difícil acceso, lo que impidió cualquier intento de exterminio.
La segunda manga apareció en la zona urbana de Calkiní, específicamente en el barrio de San Luis Obispo y cerca de la subestación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Su presencia generó pánico entre los productores, quienes intentaron ahuyentar a las langostas con ruido y quemando maleza, cartón, e incluso, llantas. En tanto, la tercera manga surgió a tres kilómetros de la estación del Tren Maya, en la comunidad de Nunkiní, y posteriormente recorrió el monte hasta llegar a la Junta Municipal.