TABASCO. La catedral del Señor de Tabasco, de la ciudad de Villahermosa, era uno de esos pocos puntos que atendía a una población descuidada por autoridades locales: las personas en situación de calle.
Aquellos, que por las razones que hayan tenido, se vieron en la necesidad de abandonar una vida donde eran conocidos, para adoptar el anonimato en los grises colores de banquetas y pavimento, encontraban en la catedral de la ciudad desayuno, comida y cena, todos los días de la semana, sin sospechar que entre ellos estarían los culpables que harían desaparecer el comedor comunitario el 29 de octubre de 2023.
Elena Priego, quien estuvo a cargo de esta iniciativa desde sus inicios hace tres años, fue quien compartió ese dato.
La razón principal de esta decisión, tomada por el nuevo párroco, José Antonio Ovando Hernández, radica en la identificación de que personas que no necesitaban el apoyo se estaban beneficiando del mismo.
Elena Priego, quien también apoya a la iglesia preparando alimentos para su venta, relató que el comedor comunitario se dedicaba a preparar y repartir comida a personas en situación de calle en las afueras de la catedral, atendiendo aproximadamente entre 70 y 150 personas diariamente.
Sin embargo, con la llegada del nuevo párroco, se detectó que "había muchos que no tenían la necesidad" y que incluso llegaban personas que recibían apoyo de programas de bienestar, según comentó doña Elena.
Ante esta situación, la estrategia de ayuda de la iglesia ha cambiado.
Actualmente, se solicitan donaciones de despensa a la gente, las cuales se distribuyen en los 10 sectores aledaños a la catedral.
"Hace dos semanas se hicieron alrededor de 36 despensas y se repartieron entre los 10 sectores", detalló doña Elena.
Para solicitar este apoyo, los interesados deben hablar con el párroco en turno o directamente con ella.
La catedral recibe productos no perecederos y prendas de ropa. Doña Elena señaló que la ropa se provee a refugios como el Refugio Amparito, así como a comunidades en las periferias de la ciudad y otros municipios.
Además, destacó que "los grupos del párroco van a lo que es los sectores, dan misa, hora santa y atienden a los enfermos".
A pesar del apoyo ciudadano, que incluye donaciones de peregrinos los fines de semana y familias durante la misa dominical, no siempre es suficiente.
Aunque el párroco ha indicado el primer día de cada mes como fecha oficial para la recolección de donaciones, las entregas de despensas varían según lo recaudado, estimándose una entrega cada dos meses cuando se logra reunir una cantidad considerable, alrededor de 20 kilos por producto, según doña Elena.
Mientras tanto, algunas personas en situación de calle que conocían el comedor comunitario se acercan a ella preguntando por su reapertura. Pero con pesar, les responde: "realmente no te puedo decir, porque eso sólo lo sabe el que es el encargado de la parroquia, yo no sé".