TABASCO. Los actores que representan a Jesús en la procesión del viacrucis religioso, a veces, son miembros de la iglesia o voluntarios que asumen ese papel para conmemorar la pasión y muerte de Cristo.
Para Javier Velázquez García ha sido una bendición representar a Jesucristo dos veces, lo que significa un reto tanto espiritual como de preparación física. Pero la principal satisfacción la encuentra en la unión familiar que este acto de fe ha generado en su entorno.
Entrevistado por Sintexto, junto a su equipo de organización, narra este proceso que lo ha tomado con respeto y devoción.
Externa que luego de que se lanzara la convocatoria a principios de este año en la parroquia de San Francisco de Asís de la Villa Tamulté de las Sabanas, se presentaron dos jóvenes voluntarios para ser seleccionados.
Con la ayuda del padre Martín, se evaluaron a los jóvenes de acuerdo con los requisitos, entre los que destacan ser perseverantes en la iglesia, no tener mala fama en la sociedad, cuidar su testimonio, que sean comprometidos con Dios, y la comunión, entre otros factores.
“Que no fume, que no beba licor, ni que se drogue, nada por el estilo, sino que también al mismo tiempo sea un servidor aquí de la parroquia. Entonces, todo eso requisitos los analiza el Padre Martín”.
Otra de las pruebas, indica, fue cargar la cruz; sin embargo, los dos jóvenes que tenían las ganas de tomar el papel de Jesús no pudieron.
“Entonces, llego con el Padre y le digo, Padre, pues no hubo Cristo, no pudieron. Y me dice el Padre, pues, ¿y a quién tenemos en la mira? Pues no, o sea, hay que seguir buscando. Y me dice: --no vamos a estar jugando, hazla tú. --Entonces, digo, “yo”. --Sí, hazla tú. Tú puedes Javier, me dijo el Padre”.
Javier Vázquez es un padre de familia, con dos hijas y una esposa, y recuerda que hace 10 años también hizo el papel de Cristo.
“En ese entonces tenía 34 años. Vivía altas y bajas en mi matrimonio. Sinceramente, me llegaron a invitar los grupos de viacrucis en mi casa. Y yo lo acepté con amor, porque también yo he sido participante aquí en mi iglesia. En ese tiempo era lector y mi esposa era salmista también. Y mis hijas estaban en el coro infantil”.
Comenta que esto le marcó su vida personal como familiar y comenzó a ser más perseverante. “Entonces, a raíz de todo eso, mi matrimonio fue creciendo en la fe. Mis hijas han crecido aquí en la iglesia”.
Al ver sus hijas que él comenzó a ser más perseverante en la iglesia, siguieron su ejemplo y una de ellas tomó la decisión de ser religiosa. “Dios le da la bendición de ser religiosa. Me queda una de mis hijas, que aquí la tengo conmigo en el equipo, y mi esposa”, refiere.
MENSAJE A LOS JÓVENES
Asegura que Dios lo ha bendecido mucho, porque uno de sus hermanos tuvo problemas con su matrimonio, “y me deja sus tres hijos a cargo, entonces, no termina eso. Sino que mi hermano, llega el momento por su trabajo, muere de un infarto, y me quedan los tres niños. Y mi hija se fue de religiosa. Entonces, Dios se lleva una, y me devuelve tres”, reflexiona.
“Es un proceso de que, sinceramente, nos ponemos a ver en la cuestión espiritual, Dios ha obrado mucho, porque no me he despegado de Él. Ahora que el Padre me dice que voy a representar a Cristo, que voy hacer ese papel, que es un papel importante, la tomo con amor, porque sé que también Él no me ha abandonado. Entre viento y marea, Dios no me ha abandonado”.
Enfatiza que este cambio lo ha hecho reflexionar como padre de familia, lo cual tiene conformado un gran equipo de organización “para llevar este viacrucis del 2025”.
“Ellos llevan su preparación igual. En retiros, en temas, Hora Santa, están confesados, ellos comulgan, están bien preparados, pues vaya, en la cuestión espiritual”, señala.
Esta segunda ocasión que va a participar logró identificar algo nuevo: “ser el papel de Cristo no es cualquier papel, sino que es un papel principal, es un papel principal, que uno toma. Si tan solo saber y conocer que van, el Cristo va a ser aprendido en el huerto del Getsemaní. Yo identifico que mi piel se me enchina, tiembla. Vivo otra experiencia, no como la primera vez, sino que esta vez es diferente. He encontrado cosas maravillosas en el camino del Señor. Y siempre me he aplicado esto en mi persona”.
Lanza un exhorto a los jóvenes: “como dice la Sagrada Escritura, joven, regálale tu juventud al Señor, ofrécele tu juventud al Señor. Siempre eso he tenido en mente, y aquí estoy”.
“Estar en las cosas de Dios es algo maravilloso y que, si te despegas de las cosas de Dios, pues sabemos que sin Dios no somos nada. Dios abre muchas puertas. Yo siempre he visto que aquí en la Iglesia, muchos compañeros que han estado de lleno en las cosas de Dios, han logrado una carrera, una profesión, porque Dios mismo les da la sabiduría”, concluye.