VILLAHERMOSA, Tabasco.— Cuando David Mirabal invitó a Kevin Rosales a ilustrar un cómic entorno al SAR-CoV-2, este aceptó el reto de inmediato. Dibujar ha sido lo suyo, desde que tenía siete años y trazó un dragón que gustó a todos sus compañeros de primaria. Pero representar al COVID-19 y esperar que la historia sea agradable, como se lo pidió el autor, representaba todo un desafío.
«En ese tiempo, el COVID estaba siendo representado en todos lados, había muchas campañas, muchos comerciales; desde el gobierno, por ejemplo, hacían representaciones del COVID que eran muy simples: la bolita con las coronas y ya con una cara de malo, eso fue lo particular, lo que no quería buscar y que lo hizo difícil porque tenía que hacer algo diferente a lo que ya existía».
Kevin vivió la pandemia de forma muy alejada, pasaba el encierro en su casa con el temor de contagiar a sus familiares, paradójicamente en ese tiempo no agarró la tablet para dibujar.
«Sí, se parece mucho a las representaciones que se hacían en ese momento, la única diferencia es que el COVID no tiene cara de malo, como en las otras representaciones, no es una bestia terrible, la representación que hice fue como si fuera una persona, tal vez eso fue lo difícil».
VAMOS A CAER EN LO MISMO
Una vez plantarle cara al COVID, el joven artista comenzó a secuenciar la historieta, que tiene un estilo futurista. «Lo habíamos pensado como algo en el futuro y de ahí vino esa idea».
El que la historia no fuera suya no impidió imprimir su toque en los dibujos. «Si yo lo creo desde cero, yo podría tener o poner todo lo que pienso, se reflejaría en la historia, los personajes, lo visual, pero cuando trabajo con alguien más, en este caso con David Mirabal, él puso como de cierta forma la sustancia, yo puse la parte de afuera».
El cómic lo han presentado en centros escolares con muy buena aceptación por parte de los alumnos. Los colegas de Kevin han sido más exigentes: a algunos les ha gustado, otros querían más historia. Para el caricaturista, acostumbrado a trabajar en digital, fue grato tener en sus manos, impreso los dibujos.
Aunque piensa que el cómic aporta al tema, no se hace muchas ilusiones sobre si aprendimos algo como humanidad. Su franqueza es objetiva: «El COVID ya a nadie le importa, como el PRI, ya se quemó, se necesitaría generar una nueva narrativa alrededor para interesar de nuevo, es difícil que la humanidad aprenda de las lecciones pasadas para aplicarlos a momentos nuevos, me corrijo: no es difícil, es normal que la humanidad repita ciclos, sí aprendimos algunas cosas, pero vamos a caer en lo mismo», lamentó.








