TABASCO. A pesar de contar con permiso para vender en la calle "José María Pino Suárez", la comerciante de frutas y verduras Martha Santos Amador denunció que ha recibido amenazas de parte de trabajadores del área de Reglamentos del Ayuntamiento de Centro.
“No tengo más ingresos, si lo tuviera no estaría aquí, soportando las amenazas que me hacen los de Reglamento”, acusó doña Martha, quien tiene un puesto afuera de su casa.
La venta de plátanos, chiles y bolsas de plástico es el único sustento que tiene para ella y su hijo, quien sufre de esquizofrenia. En entrevista exclusiva, dijo a Sintexto que los medicamentos que su hijo menor requiere son muy caros y se le hace difícil poder adquirirlos.
Sin embargo, las amenazas recibidas le infunden temor. Aclaró que es el único sustento que tiene para costear los fármacos. Ella es viuda y ha sufrido dos infartos cerebrales, y se dice acosada por los inspectores, pese a que en la misma zona hay otros negocios que obstruyen la vía publica y parte de la calle.
“Como ellos sí ocupan la banqueta y la calle y no les dicen nada; en mi caso, tengo sólo 3 cajas con productos y estoy enfrente de mi casa, cómo puedo hacerle mal a otros”, se preguntó.
Pidió la ayuda del gobernador Javier May, para que la puedan apoyar con su hijo Ángel Vázquez Santos, quien a causa de un accidente automovilístico, se le formaron tumores cerebrales, lo que le provoca momentos de crisis, ansiedad y escoliosis en la columna vertebral.
Además, el joven recibió atención en el Hospital Regional de Alta Especialidad de Salud Mental de Villahermosa, donde le dijeron que ya no podrían hacer nada por su hijo y era más importante darle el lugar a otro paciente.