TABASCO. La Licenciatura en Educación Primaria ya no se percibe como una opción de empleo seguro a largo plazo, especialmente entre las nuevas generaciones de estudiantes. Así lo afirma María Belén Torres Mayo, directora de la Escuela Normal de Educación Primaria “Rosario María Gutiérrez Eskildsen”, quien explicó las razones de esta transformación en la percepción de la carrera docente.
La presión de las exigencias académicas y la incertidumbre sobre la estabilidad laboral han generado que los estudiantes que ingresan a esta carrera lo hagan con expectativas más realistas.
"Muchos de los estudiantes ya tienen la oportunidad de hacer su test vocacional, y algunos vienen por vocación, mientras que otros llegan aquí porque no lograron ingresar a otra institución educativa o se quedaron fuera de un instituto de educación superior", comentó Torres Mayo.
Sin embargo, lo que antes era visto como una salida segura hacia un empleo estable, ha cambiado. La directora subraya que las exigencias en los planes de estudio han elevado el nivel de compromiso que requieren los futuros docentes.
"Si bien muchos aún llegan con la idea de que la docencia es un trabajo seguro, la transformación de los planes académicos y la alta competencia en el campo laboral hacen que los estudiantes ya no puedan tener esa certeza", afirmó.
Además, Torres Mayo destacó que, en la actualidad, la formación docente no sólo depende del conocimiento impartido en las aulas, sino también de la disposición y el esfuerzo personal de los estudiantes.
"Este es un trabajo que requiere constante esfuerzo, donde el estudiante no sólo debe aprender los elementos pedagógicos, sino también enfrentarse a un entorno competitivo", explicó.
Con un total de aproximadamente 30 alumnos por grupo, la directora señaló que de esa cifra, únicamente 5 o 6 ingresan con la idea de que la carrera les garantizará un empleo estable.