TABASCO.- A pesar de la fervorosa conmemoración del Viernes Santo, las principales arterias viales de Villahermosa experimentaron una notable tranquilidad este día.
Si bien la devoción religiosa congregó a decenas de personas en puntos específicos para presenciar representaciones de la crucifixión de Jesús, como se obtuvo en la colonia Tamulté de las Barrancas, el panorama general en gran parte de la ciudad fue de una aparente calma.
La baja afluencia de ciudadanos y vehículos fue evidente en diversas calles y avenidas, ofreciendo una imagen contrastante con la actividad habitual que caracteriza a la capital tabasqueña. Este ambiente sereno permitió a quienes sí transitaban por la ciudad hacerlo de manera fluida y sin las aglomeraciones comunes.
Alfombran de amarillo calles de Villahermosa
Por otro lado, un espectáculo natural ha comenzado a adornar la ciudad. Los árboles de guayacán han iniciado su floración, cubriendo algunas zonas con atractivas flores amarillas que, al caer, forman alfombras igualmente llamativas.
Este regalo de la naturaleza no ha pasado desapercibido por los villahermosinos, quienes han encontrado en este escenario una oportunidad para capturar hermosas sesiones fotográficas, agregando un toque de color y alegría a este día de reflexión.
Mientras la fe se manifestaba intensamente en algunos puntos, y la belleza natural florecía en otros, el resto de Villahermosa disfrutó de un Viernes Santo con calles inusualmente apacibles, brindando un respiro en el ritmo cotidiano.