TABASCO. Durante los últimos tres meses ya no hay ventas, ni las ganancias esperadas, el producto se echa a perder y se tira a la basura; revelaron expendedores de pescados y mariscos del mercado público 'José María Pino Suárez' de Villahermosa.

Ni siquiera en los días del tan promocionado Buen Fin tuvieron repunte, los pescados y mariscos tienen que desecharse, y esto lo atribuyen a dos factores, la crisis económica y la inseguridad que se vive en Tabasco.

Los consumidores ya no acudan en buen número a este tradicional centro de abasto; antes, era común ver a familias enteras haciendo sus compras, ahora la situación ha cambiado.

"Es por la competencia y por la situación que está pasando. La gente se espanta y prefiere ir a las tienditas que están más cerca de sus casas. Nos ha tocado que cuando se suscitan ciertas cuestiones (de inseguridad) el mercado se queda solo", declaró a Sintexto, Ana María Alcudia Trinidad, secretaria de la Unión de Expendedores de Pescados y Mariscos.

"Nos damos vuelta en el mercado y vemos que no hay el desplazamiento (de personas) que nosotros esperamos. Aproximadamente llegan 200 personas y claro que ha bajado. A veces sólo vemos unas 50 o 70 personas dentro del mercado", afirmó.

Muchas familias --dijo-- han preferido hacer compras en tiendas más cercanas o recurrir a los moto mandados para evitar transitar sobre las consideradas zonas de alto riesgo por violencia.

"Un producto dura refrigerado cuando mucho tres días en el puesto. Si por alguna razón no lo vendemos en ese tiempo, tenemos que desecharlo porque ya no nos sirve", explicó, y reveló que recientemente se tuvieron que tirar a la basura poco más de 30 kilos de camarón, lo que implicó una pérdida de 6 mil pesos para el vendedor.

"Lo más grave de todo esto es que al menos 10 locales ya han tenido que cerrar y eso se debe a la inseguridad, y eso está mermando las ventas", lamentó.

Señaló que aunque los precios de mojarras se han mantenido entre 85 pesos y a veces disminuye hasta 80 pesos el kilogramo; el de camarón sí bajó drásticamente de 250 pesos hasta 140 pesos el kilo, para ver si así los clientes se animan a venir a comprar.

Confió en que la temporada decembrina favorezca en el repunte en las ventas de estos productos o muchas familias que dependen de esta actividad pasarán una amarga navidad.