TABASCO. Desde el corazón de la ciudad de Villahermosa, los talabarteros están sufriendo la cuesta de enero, esto se debe al inicio de clases, el pago de impuestos prediales, luz, agua, teléfono, y a la situación de inseguridad que también ha abonado a que las personas ya no quieran acudir por las tardes a comprar sus productos.
Los talabarteros que se ubican en la avenida Constitución, manifestaron que desde que inició la construcción del Malecón Carlos A. Madrazo Becerra, a cargo de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), el 18 de abril de 2022, las ventas bajaron hasta 20 por ciento. La obra concluyó el 2 de febrero de 2024.
Carmita Cruz Góngora, quien labora en la talabartería “La Guadalupana”, indicó que las ventas están “muy bajas, bajísimas por la inseguridad y también un poco el clima que no nos ayuda, pero hacemos la invitación abiertamente a la gente a que venga, que todo está tranquilo, y aquí los esperamos con los brazos abiertos para que vengan por sus monturas, por sus reatas, pecheras, correítas”.
Indicó que las ventas comenzaron a bajar cuando se construyó el nuevo malecón, luego cuando se inauguró, tenían la fe de que se iba a mejorar todo, pero cuando “empezaron a presentar esos siniestros, que había incendios en carreteras, a la entrada de la ciudad, eso espantó un poco a la ciudadanía, ya no se sienten seguros para venir a hacer sus compras”.
Externó que cuando son temporadas de cobros de los adultos mayores y de los jóvenes, las ventas incrementan.
“Los adultos mayores sí se acercan a hacer sus compras y los jóvenes también vienen por la suela de sus zapatos o equis cosas, todos los que vienen son becarios, esos también vienen a comprar sus cosas que le hacen falta, como agujetas o lo que les haga falta”.
Con esta cuesta de enero, las ventas al día son “cuando mucho de 500 hasta 1000 pesos y lo más bajito que me ha ido hasta 300 pesos”.
Debido a ello, le tienen que “pedalear por fuera para poder” pagar la renta de los locales.