En plena pandemia del Covid-19, el portal francés France-Soir difundió noticias falsas sobre la enfermedad y su manejo, por lo que la Comisión Mixta de Publicaciones y Agencias de Prensa de Francia (CPPAP) resolvió negarle al portal el estatus de “servicio de prensa en línea”, en diciembre de 2022.
Pero la empresa dueña del portal recurrió a la justicia y ganó el recurso para mantener dicho estatus. Sin embargo, el Consejo de Estado solicitó a la misma comisión pronunciarse una vez más sobre el estatus de France-Soir, y se le volvió a negar al portal el estatus de medio de comunicación en línea, apenas en marzo.
Finalmente, hace unas semanas, el Tribunal Administrativo de París ratificó este dictamen y, basado en un informe del Ministerio de Salud francés, concluyó que France-Soir podría constituir “un peligro para la salud pública”.
Con todo, France-Soir seguirá operando, aunque ya no obtendrá las ventajas fiscales y las ayudas económicas que otorga el Fondo Estratégico para el Desarrollo de la Prensa (FSDP, por sus siglas en francés), del Ministerio de Cultura de Francia.
Este caso podría sentar un precedente y abrir un camino para tratar de combatir con más eficacia las noticias falsas que inundan la prensa de todo el mundo.
A propósito del caso France-Soir, Raúl Anthony Olmedo Neri, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y experto en el tema de las redes sociales, considera que ningún medio de comunicación que se diga fiable puede darse el lujo de difundir noticias falsas.
Acerca de lo que se podría hacer en México para frenar la difusión de este tipo de noticias que distorsionan la realidad y confunden a quienes las leen o escuchan, Olmedo Neri comenta: “Debemos tener claro una cosa: las noticias falsas siempre han existido, Y antes se llamaban rumores”.
Ahora bien, en Internet, sobre todo, subrayó, hoy en día tienen un alcance más amplio y corren más rápido que en la prensa escrita o los noticieros de televisión o radio, y si tocan algún tema político, pueden comprometer la estabilidad interna de un país o las relaciones que éste mantiene con otras naciones.
“Por eso habría que pensar en la puesta en marcha de estrategias que permitan identificar a quienes las crean y difunden masivamente, y con qué fines, y una vez que se identifique a un autor de noticias falsas, eliminar o cerrar el sitio web de donde salieron y sancionar al culpable”, consideró el especialista.









