VILLAHERMOSA, Tabasco.— Antes de convertir la Quinta Grijalva en una casa de la cultura, miembros de la comunidad artística pidieron a quien llegue a la gubernatura, reviva urgentemente los espacios culturales en el abandono.

Antonio Ruiz, artista plástico con más de 30 años de trayectoria, cuenta que recién viajó a la Ciudad de México y visitó la que fue la residencia oficial de los presidentes de México: «Donde guardaban los perros, en Los Pinos, ahorita hay un taller de gráfica, impartido por el maestro Ramón Durán Rivas, la verdad que están trabajando hermoso, hay muchos artistas».

A Ruiz le parece bien que «expropiemos a los gobernadores que la han tenido (la propiedad) por años», pero llama a no hacerse falsas ilusiones: no resolverá el atraso cultural que vive la entidad desde hace años.

«El tener esta Quinta Grijalva como un centro cultural es genial, pero con eso los políticos quieren tapar el sol y el déficit cultural que tiene Tabasco por muchos años. Entonces, si solamente nos van a dejar la Quinta Grijalva como un centro cultural, nos van a dar atole con el dedo, relumbrón por unos meses y después, ¿qué? Hay una gran laguna cultural, y creo que no se solucionará con eso».

Durante 71 años, la Quinta ha sido residencia oficial de 19 gobernadores. Fue el entonces mandatario Manuel Bartlett, quien en el año de 1953, autorizó el decreto para la compra de la finca, cuyo costo fue de 250 mil pesos, la cual oficialmente se nombró Quinta Grijalva.

NECESARIO LEGISLAR RECINTOS

María Zamo, cantautora y docente musical, reconocida en el ámbito cultural desde hace más de 30 años, considera una buena idea la creación de un espacio cultural, siempre y cuando haya «infraestructura, una administración y los recursos necesarios para que realmente ofrezca una cartelera, un programa, una atención significativa».

Propone una legislación para garantizar que el nuevo espacio y el resto de los que existen se mantengan «vivos y en funcionamiento y, sobre todo, que sean beneficio para el desarrollo cultural y social de la gente. Obviamente que no va en detrimento una cosa de la otra: Se puede abrir un nuevo espacio y trabajar en los espacios que existen. O no abrir un espacio y trabajar en los espacios que existen. »

De concretarse la propuesta del candidato morenista, no sería la primera vez que esa propiedad —de sumo bien vigilada y con acceso restringido para la mayoría de la población— se abriera al público.

Antes de llamarse Quinta Grijalva, los jardines de la Quinta Isabel sirvieron para que presidiarios fueran a sembrar hortalizas, que luego se vendían en el mercado y las ganancias se distribuían entre las familias de éstos.

SE HAN DEJADO DE HACER ACTIVIDADES

Ricardo Alonso, que es promotor cultural, locutor y comunicólogo, admite que la transformación de la Quinta Grijalva en casa de la cultura «es una propuesta viable, siempre y cuando exista la capacidad técnica y el presupuesto para hacerlo».

El comunicólogo estuvo radicando un tiempo en Morelia, Michoacán, y ahora que ha regresado a la entidad, ha visto un panorama desolador. «En comparación a unos 10 años atrás, había más actividad, más dinero por parte de las autoridades, más movimiento cultural, eventos grandes, algunas propuestas privadas, algunas propuestas independientes, ahora eso es casi difícil.»

Alonso pidió a las próximas autoridades no distraerse en materia de cultura. «Algunas galerías ya cierran más temprano, se han dejado de hacer actividades, también en la zona CICOM, veo que se han dejado de hacer cosas, donde llegaban personas de la tercera edad, ya no hay difusión y así se ha ido a la baja todo, lamentable. Hace falta una escuela de cultura o una universidad cultural para que el talento que hay en Tabasco se explote.»

NO HAY MÁS INFORMACIÓN SOBRE EL PLAN

Alex Rodríguez, quien estudia arquitectura, toma clases de grabado con el pintor Ramón Briones e imparte él mismo clases en Cárdenas, consideró de entrada que el espacio es muy grande y podría funcionar como encuentro para los artistas.

No obstante, debido a la escasa información del proyecto, él tiene más preguntas que respuestas: «¿Qué actividades se podrán realizar? ¿Puede haber exposiciones? ¿Estará abierto a los talleristas?»

En su caso, que imparte clases de arte, ve con buenos ojos que personas cómo él pudieran impartir enseñanza en ese nuevo recinto. «Yo doy clases en Cárdenas y en la división de la DAEA, en la UJAT. Vivo aquí en Villahermosa desde hace ocho meses, soy de Cárdenas. Entonces el hecho de que haya un lugar donde yo pueda dar clases sería ideal, en un lugar como éste».

La enseñanza tampoco sería algo nuevo en las paredes de la Quinta Grijalva. En tiempos de don Enrique González Pedrero, se acondicionó una aula de alfabetización. Al final del sexenio, ya como gobernador interino, José María Peralta López, aprendieron a leer y escribir unas 150 personas, entre ellas las familias del cuerpo de intendencia de la Quinta.

El 2 de junio próximo se sabrá si habrá veinteavo gobernador durmiendo en la Quinta, o si la residencia oficial del gobernador se convierte en Casa de la Cultura. Más difícil será que su petición, la de reactivar todos los espacios de cultura, se ponga en marcha.