Con besos abrazos e inclusive bendiciones madres y padres de familia despidieron a sus niños en un portón blanco minutos antes de las ocho de la mañana en un lugar poco peculiar, todos pensaríamos que los niños son dejados en la escuela para que puedan estudiar y parte de eso es verdad.
Claro que los pequeños llegan a estudiar, pero no en una escuela, sino en la ermita San Martin Caballero, que por obras en construcción dentro de la escuela primaria Diana Laura Riojas en Villa Las Fuentes en Villahermosa no pueden acudir en sus aulas normales y llegan a esta parroquia a tomar sus clases.
Sin embargo, al frente de ellos pintada de azul se encuentra la guardería de la CANACO Servytur, donde también los padres de familia llegan a dejar a sus hijos de cuarto año grupo A Y B, padres que decidieron tomar la iniciativa de buscar este lugar para sus hijos, que aunque los papas paguen cien pesos mensuales para que sus retoños puedan estar en mejores condiciones estudiando, ya que en la parroquia no se cuenta con aire a condicionado.
Ocho con diez de la mañana pensé que lograría ver algún padre con niño en mano corriendo para poder entrar a estudiar, pero me sorprendió el que no vi a ninguno, es increíble ver como hace unos minutos todo estaba lleno de personas y en cuanto a unos minutos todo parece estar vacío en la zona.
Al solicitar una entrevista con la directora de la primaria María Dolores Pereyra Castro, con una voz calmada se refirió a mi ¿y ahora en que te puedo ayudar? A lo que le conteste vengo va ver el avance de la construcción y a las clases de los niños a lo que me explico que en lo que va de los diecisiete días de clases han fluido bien con las cuatro sedes, la institución, una palapa, la iglesia en construcción y la guardería de la CANACO.
La maestra Pereyra Castro, contó que se visitan a los maestros cada dos semanas para ver los avances de los niños, en cuanto a la construcción a pesar que ha llovido la obra sigue en pie, mientras que ella giraba el lapicero con sus dedos dijo que por suerte ha estado lloviendo de noche los nuevos salones deberían de quedar terminados en el mes de diciembre.
Al dirigirme hacia una madre de familia y preguntarle por que no han podido cambiar de cede a los alumnos que están en la palapa que por cierto está a seis cuadras de la escuela, la señora Leticia Ramírez mencionó que la mitad de los padres quieren ingresar a la guardería y la otra mitad está en desacuerdo porque en los salones que quedan desocupados en la estancia de la CANACO no cuentan con aire acondicionado. Además, que tendrían que pagar los 100 pesos mensuales.