CHIAPAS. La frontera sur de México en el municipio de Tapachula, enfrenta una creciente afluencia de migrantes, en su mayoría provenientes de Venezuela, Cuba, y Nicaragua, que buscan acelerar sus trámites de asilo en Estados Unidos mediante la aplicación CBP One.
Esta situación ha generado caos en las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM) y de Seguridad Pública en Tapachula, donde miles de personas intentan verificar y agilizar sus citas en busca de una oportunidad en el país vecino.
César Augusto Cañaveral Pérez, coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana en Tapachula, detalló que el uso de CBP One ha incrementado en un 80% la cantidad de migrantes en la zona, un flujo que antes se manejaba en Estados Unidos.
Aunado a esta saturación, el aumento de la violencia y el crimen organizado en la región ha convertido a Tapachula en un sitio crítico y peligroso para muchos migrantes, quienes temen por su seguridad.
Las oficinas están sobrecargadas, con entre 1,000 y 1,200 migrantes ingresando diariamente, según Rubén Ruiz, migrante venezolano. Los agentes de migración y personal de Protección Civil luchan por mantener el orden y organizar a los migrantes, quienes solicitan un sistema de filas por fechas para agilizar el proceso.
Migrantes como Nelson Armando Cruz, de Nicaragua, y Eduar, de Venezuela, agradecen al pueblo mexicano por su apoyo, pero piden un proceso de atención más rápido. La crisis económica, la violencia y la represión política han obligado a muchos a huir de sus países en busca de mejores condiciones en México o EU.
El fenómeno migratorio en México sigue creciendo, con más de 700,000 personas detenidas entre enero y julio de 2024, un incremento interanual del 193% según datos de la Unidad de Política Migratoria.