VILLAHERMOSA, Tab.- La artesana urbana tuvo que desobedecer la recomendación de «quedarse en casa» porque no formaba parte de la minoría de los mexicanos que podían darse el lujo de no trabajar en la temporada en que no se podía salir. Así, Carmen Sánchez, contrajo el COVID-19 en 2020 por primera y única vez. Hasta la fecha y después de mes y medio con el virus en su cuerpo, el recuerdo de los síntomas es latente: despiertas un día con una conjuntivitis pesada, luego el virus alcanza la garganta hasta bajar a los pulmones. Es ahí cuando ni comer puedes porque la fiebre y el dolor de cabeza es intenso.
A mediados de julio de 2024, Carmen pudo haber formado parte de los 8 mil 540 casos de COVID registrados por Sistema Especial de Vigilancia Epidemiológica en lo que va del año en México. Para fortuna de la jóven artesana, el grupo de edad más afectado ha sido el de mayores de 65 años y, mejor aún, Tabasco, con 190 casos confirmados, no es un estado que se considere amenazado por el virus. Los números están dentro de lo previsto.
Sin embargo, llama la atención un producto inolvidable: un cubrebocas cuelga amarrado de su cuello.
Carmen revela que forma parte de otra estadística: la de los 214 mil 769 casos de infecciones respiratorias confirmadas en México. Hace más de una semana, su enfermedad evolucionó con los días. El pequeño dolor de garganta que sintió una mañana, comenzó a inflamar cada vez más sus anginas, hasta que le “cerró” la garganta.
«Obviamente ya sé cuando es una gripa normal y cuando son condiciones de COVID».
Luego, sin titubear, pasa a recordar las recomendaciones al contraer el virus. Pero entonces, ¿temor por el incremento de casos del COVID?
«Nada más es (cuestión de) cuidarse».
Responde Carmen, que al detectar los primeros síntomas y consciente del incremento de los casos, se dirigió de inmediato al médico para recibir tratamiento y, una semana después, regresar a las calles del Barrio Mágico de Villahermosa para reanudar las ventas de sus artesanías que suspendió por estar convaleciente.
La conducta de acudir lo más pronto al médico cuando se presentan los síntomas de un posible COVID y el uso del cubrebocas es algo que comparte con doña Rocío Granier y doña María Luisa Gonzales.
Ante los primeros síntomas de COVID acuden al médico
Doña Rocío y Carmen no se conocen, pero tienen dos similitudes: haber tenido COVID-19 al menos una vez y haberse enfermado de la garganta recientemente por las mismas fechas.
El dolor de garganta y un dolor de cabeza fuerte, horrible, le sobrevinieron de pronto una mañana al despertar.
«Fueron los mismos síntomas y como ya tenía antecedentes, fui rapidito al doctor, me hice la prueba, pero salió negativa».
Se le hace la misma pregunta: ¿Entonces teme por el aumento de casos de COVID?
A diferencia de Carmen, doña Rocío, varios años mayor que la artesana, admite que sí y por eso se previene.
«Un poquito de temor pero me prevengo, trato de [...] volver (a usar) el cubrebocas, no estar con gente que esté tosiendo, no estar mucho tiempo en la calle y cositas así. Eso me lo recomendaron cuando me dio Covid; nos dieron una plática y todas las indicaciones».
¿El cubrebocas se lo recomendaron?
«Sí, me lo dijo la doctora».
Vacunas y fe dan tranquilidad
De las tres, doña María Luisa es la más grande y también a la única que no le ha tocado convivir con el virus. También es la única que no se ha enfermado recientemente. Pero, a modo de prevención, cuenta con un cubrebocas en su morral de compras, ya que en algunos lugares se lo piden, principalmente en el transporte público.
Una diferencia extra. De las tres, doña María fue la única que al preguntarle de un posible temor por el aumento de casos de COVID, sin rodeos respondió con un contundente no.
Su seguridad radica en un par de cosas: sus cuatro vacunas en su sistema inmune y en su fe.
«No, ¿por qué? sólo Dios y la virgen sabe si me va dar o no me va a dar».
Al preguntarle quién le recomendó el uso del cubrebocas, sólo respondió que “eso es lo que dicen”.
Como dato curioso, el domingo pasado, el párroco Denis Ochoa, vocero de la Diócesis Tabasco, informó que durante las misas, se reanudarán los protocolos de sanidad, incluyendo, el uso del cubrebocas.
El nuevo hábito entre los ciudadanos: uso de cubrebocas y gel antibacterial por precaución
Que las tres mujeres extiendan el uso del cubrebocas en la actualidad, habiendo experimentado el virus en el cuerpo o no, revela otra cosa para el empleado de una farmacia del ahorro, Jesús Hernandez, quien corrobora que en las últimas dos semanas los cubrebocas y gel antibacterial han tenido más demanda.
«Ha aumentado, pero a comparación de la anterior ola de COVID, no se ha vendido tanto como en ese entonces [...] más que nada creo que (la gente lo usa) por precaución no tanto como antes que era obligatorio».
Agrega otro dato interesante: “el gel antibacterial siempre se ha estado moviendo, porque a las personas les quedó ese hábito de protegerse, de cuidarse”.
¿De acuerdo a la Secretaría de Salud estamos en riesgo?
Por su parte, hasta el momento la Secretaría de Salud a nivel nacional ante la movilidad de la población por el periodo vacacional y el incremento previsto de casos de COVID-19, sólo ha recordado a la población la importancia de aplicar las siguientes medidas de prevención:
- Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón por al menos 20 segundos, especialmente después de estar en lugares públicos, toser, estornudar o limpiarse la nariz. Si no dispone de agua y jabón, utilizar desinfectante de manos a base de alcohol al 70 por ciento.
- Uso de cubrebocas en espacios cerrados o con poca ventilación, si presenta síntomas respiratorios.
- Cubrirse al toser o estornudar utilizando el ángulo interno del brazo o un pañuelo desechable e inmediatamente lavarse las manos.
- La Secretaría de Salud informa a la población que el número de casos de COVID-19 registrados hasta el momento se encuentra dentro de los parámetros esperados para esta época del año, en comparación con lo registrado en años previos.