El último día del XVII Festival Cultural Ceiba Vive el Sureste tuvo un vibrante espectáculo en el malecón Carlos A. Madrazo, unos 40 danzantes, acompañados por músicos y líderes comunitarios, ofrecieron sus bailes, que honran las tradiciones indígenas de la región.
El evento inició con la participación de las agrupaciones Aketzalli e Hijos de la Madera, que llevaron al escenario la emblemática Danza del Pochó, originaria de Tenosique.
Lo que hizo especial esta presentación fue la juventud de los participantes: las pochoveras no superaban los 17 años, y el intérprete más joven tenía apenas 11.
Con más de 30 años de historia, esta danza se transmite de generación en generación, un legado que incluye a padres, tíos y abuelos de los actuales intérpretes.