CDMX. Declarado por la UNESCO como un patrimonio cultural por la importancia y significado que le pertenece a nuestro país desde hace más de cien años, el Día de Muertos está a punto de llegar, con lo que los mexicanos rendirán homenaje –como lo hacen cada año– a sus seres queridos que ya se adelantaron en el camino.
Los próximos 1 y 2 de noviembre son las fechas predilectas para que las personas celebren el día de Muertos, la fiesta en la que chicos y grandes visitan a sus seres queridos en los panteones, en la que las familias se reúnen para recordarlos, y hasta se usa como pretexto para divertirse por las noches.
El Día de Muertos es una de las fechas más importantes en nuestro país, porque se recuerda que en la época prehispánica, el culto a la muerte era uno de los elementos básicos de la cultura. Cuando alguien fallecía era enterrado envuelto en un petate y sus familiares organizaban una fiesta para guiarlo en su recorrido al Mictlán.
Algunos mexicanos acostumbran poner sus altares desde el 27 de octubre y hasta el 3 de noviembre, con las fotografías de sus seres queridos y amigos que ya desaparecieron, colocando comida que en vida le agradaba, pues existe la creencia de que llegan a comérsela cuando sienten hambre.
La celebración del Día de Muertos se divide en categorías, de acuerdo con el calendario católico. El 1 de noviembre corresponde a Todos los Santos, día dedicado a los “muertos chiquitos” o niños; y el día 2 de noviembre a los Fieles Difuntos, es decir, a los adultos.









