La última de las 16 estatuas que conforman la base de la torre de la Catedral de Notre Dame, regresó a su lugar la madrugada de este viernes, completando el conjunto escultórico.
Retiradas para su restauración pocos días antes del incendio que devastó el icónico templo parisino en 2019, la pieza representa a Santo Tomás, uno de los 12 apóstoles.
"Es un símbolo muy fuerte volver a ver todas las estatuas allá arriba, porque son prácticamente las únicas sobrevivientes de la aguja, junto con el gallo, que resultó muy dañado", destacó Marie Hélène Didier, conservadora general del patrimonio y de los monumentos históricos en la dirección regional de Asuntos Culturales de la región parisina.
Diseñadas en 1857 por Viollet le Duc arquitecto de la aguja y esculpidas por Adolphe Victor Geoffroy Dechaume, estas 16 estatuas representan a los 12 apóstoles y a los símbolos de los 4 evangelistas (el león, el toro, el ángel y el águila).
La escultura de cobre de 3 metros de altura y poco más de 100 kilos de peso, fue colocada por una enorme grúa tras ser bendecida por monseñor Laurent Ulrich, arzobispo de París.
Las 16 estatuas no sufrieron daños en el incendio que afectó a Notre Dame el 15 de abril de 2019, ya que cuatro días antes habían sido retiradas de su emplazamiento habitual para ser restauradas en Dordoña.
"Es casi un milagro", añadió Didier.
Actualmente ocultas por el andamiaje de la aguja, serán completamente visibles a finales de agosto, cuando se retire la estructura.









