TABASCO. Con más de cinco décadas de tradición, la colonia Tamulté de las Barrancas fue nuevamente escenario del Viacrucis más emblemático del estado de Tabasco. En su edición número 56, más de 10 mil personas se congregaron a lo largo de la avenida Gregorio Méndez Magaña para presenciar una conmovedora representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
Desde muy temprano, el operativo de seguridad se desplegó con precisión. Bajo la coordinación del comandante Rosario Acosta Pérez de la Policía Estatal de Caminos, 50 elementos, cuatro patrullas, cuatro motocicletas y dos grúas fueron asignadas para salvaguardar tanto a los actores como al público. A este esfuerzo se sumaron Protección Civil y la Cruz Roja, quienes permanecieron atentos ante cualquier eventualidad.
A las 10 de la mañana, el obispo de Tabasco, Gerardo de Jesús Rojas López, bendijo el inicio del Viacrucis. “Pasión no es sufrimiento”, expresó al comenzar la ceremonia litúrgica que marcó el arranque del recorrido.
En su mensaje, destacó que esta procesión no es un acto teatral, sino una manifestación profunda de fe que debe contemplarse “con el corazón y los ojos del alma”. Subrayó también que “Cristo Jesús nos necesita, no porque nos necesite, sino, nosotros necesitamos de él”.
La representación, organizada por la Iglesia del Señor de Tamulté y el Gran Poder, se extendió por más de cinco horas y contó con la participación de más de 80 actores. Escena tras escena, los asistentes fueron testigos de la condena de Jesús, su camino al Calvario y finalmente su crucifixión. Todo esto acompañado por cantos, oraciones y una atmósfera de solemnidad que unió a la comunidad en un mismo acto de fe.
La puesta en escena, que año con año involucra activamente a la población local, ha consolidado al Viacrucis de Tamulté como una de las expresiones religiosas más significativas del estado. Además de su valor espiritual, representa una oportunidad de encuentro y reflexión para miles de fieles que acuden no solo de Villahermosa, sino de municipios vecinos.
