TABASCO. Entre claroscuros por encabezar un gobierno de mucho territorio, pero sin rumbo definido, Javier May Rodríguez ajustó sus primeros 100 días al frente del Gobierno de Tabasco, mismos que han estado dominados por una creciente ola de violencia que tiene al estado como líder nacional en materia de homicidios dolosos, incluso por encima de lugares como Sinaloa, cuna del narcotráfico.
Al presentar un balance de poco más de tres meses de gestión, May presumió el cumplimiento de 39 de los 50 compromisos asumidos con el pueblo desde su campaña a la Gubernatura, no sin antes atribuir la imparable inseguridad que azota a la entidad a lo que se dejó hacer en los últimos 30 años.
Advirtió que él no pactará con la delincuencia, y mencionó que su gobierno no llegó a ver pasar el tiempo ni a seguir las mismas inercias, por lo que está tomando acciones radicales, profundas y serias, sin corrupción ni privilegios.
En la ceremonia efectuada en el “Esperanza Iris”, indicó que en materia de seguridad, “se actúa para enfrentar y disminuir los delitos, y para que no haya impunidad, pero también estamos generando condiciones para atender las causas que generan la inseguridad y la violencia”.
En un mensaje de 51 minutos, el gobernador refirió que en lo que va de su administración, el trabajo coordinado de las fuerzas de seguridad ha resultado en la detención de casi 300 personas, así como el aseguramiento de más de 180 armas largas y cortas, 133 vehículos, 96 motocicletas, 20 semirremolques, 21 tractocamiones y 4 tráilers, más de 150 piezas de equipo táctico y diversas drogas.
En su alocución, en la que no hubo cabida para la autocrítica, sólo para elogios propios, dijo que su gobierno firmó con Comisión Federal de Electricidad el convenio por el que se compromete a pagar 434 millones de pesos para subsidiar la Tarifa 1F en el periodo fuera de verano.
Sin dar fecha de posible solución, expuso que se sigue insistiendo ante la CFE para que la Tarifa 1F aplique todo el año, lo que forma parte de una lucha por tarifas justas que los tabasqueños vienen arrastrando desde hace más de tres décadas.