VILLAHERMOSA, Tabasco.— Para la imaginación de un niño, un barco evoca aventuras con piratas, mares tempestuosos y una tierra a la vista. Si es posible encaramarse en uno de escala considerable, la felicidad del infante explota, aunque la goleta esté en malas condiciones y represente un peligro.
Jalado de la mano de sus hijos, un padre se acercan a este extremo del parque Tomás Garrido. Las voces infantiles se escuchan claramente, gracias al talud de tierra diseñado precisamente para aislar los ruidos habituales de la avenida Paseo Tabasco. Los niños celebran la presencia de un barco más grande que su estatura, pero no tanto para no imaginación.
Cuando han logrado encaramarse, el padre advierte a sus dos hijos: «¡Cuidado!». Pero es el progenitor el que resbala por una escalerilla de tubos a la que le falta un trabe. Por fortuna no ha sido uno de sus hijos el asustado, ni ha pasado a mayores.
Le pregunto si se ha hecho daño y me explica que no, que solo ha sido un susto. Lamenta más que la estructura esté en malas condiciones, sobre todo porque es verano y los niños quieren explorar la ciudad.
«El barquito está bonito, pero sí hace falta unos detalles para que haya más seguridad para las familias, y no pase algún accidente. Ahorita me acaba de pasar a mí, algo leve, no pasó a mayores. Hay una escalera por donde yo iba a bajar y por falta de un escaño me resbalé. Retocando esos detalles, quedaría con mejor. Es como todo, con el paso del tiempo, las cosas se van deteriorando», justifica el hombre, que prefiere mantener su nombre en el anonimato, aunque acepta que grabe su voz.
Miro como se aleja y escucho a las vocecitas tratar de convencer al padre para que se queden más tiempo, pero el cabeza de familia se niega y les promete que volverán otro día.
No tarda en llegar una familia completa procedente de Monterrey. Doña Mónica me cuenta que es el primer día en que salen a conocer Villahermosa, sus hijos nunca había estado acá. Le pregunto cómo ve el sitio, y me responde que lo que más le agrada es la vegetación. En Monterrey tienen el famoso parque Fundidora, el parque España, pero dice que acá «sobra vegetación».
Sus hijos corren por todos lados, pero se guardan de subir apresuradamente el barco. «Ya le falta un poquito de mantenimiento», dice la regia, apuntando al navío. La sugerencia que deja a las autoridades es «dar mantenimiento a las instalaciones para que de esa manera atraigan más al turismo».
No sólo hace falta una manita de gato a toda la estructura, sino que también necesita renovar las resbaladillas, pues la fibra de vidrio tiene agujeros enormes en algunas partes. Hay una especie de tobogán que podría ocasionar un accidente, pues desde arriba parece estar bien, pero en el costado del barco donde se supone debe salir el niño, todo está herrumbrado y roto.
Me guardo de decirle que el barco lleva ya varios años en condiciones pésimas. Fue colocado durante la administración (2010-211) de Jesús Alí, antes de que éste dejara la alcaldía para buscar la gubernatura. Desde entonces han pasado varias administraciones municipales y ninguna ha dado mantenimiento al navío.
ES UN PARQUE TURÍSTICO CON OTROS TRES MÁS
Aunque el actual gobierno del Centro ha renovado los espacios públicos, este navío no ha sido tocado. La Coordinación de Parques, Jardines y Monumentos, perteneciente la Coordinación de Servicios Municipales, cuenta con un registro de espacios públicos por sectores. En esta lista clasifica el tipo de parque, el parquero a cargo y si el espacio cuenta con canchas deportivas y juegos infantiles.
El parque Tomás Garrido aparece en el registro con el número 38, se señala que está ubicado en el sector cinco, junto a los parque de El jícaro, el Manuel Mestre, el de los «Guacamayos», el Cuauhtémoc, el coronel César Rojas y el del tanque elevado. Es un parque clasificado como «turístico». En dicha lista solo hay 3 espacios más clasificados así: La Pólvora, La Choca y el 18 de Marzo.
Como los demás parques clasificados como «turísticos», no está a cargo de un parquero sino que el documento señala «convenio». Lo sobresaliente es que en la casilla donde se lee «parque con juegos infantiles» aparece una x, aunque junto al barco en mal estado también hay unos columpios y subibajas.
Si no están registrados los juegos, ¿cómo podrán darles mantenimiento?