VERACRUZ. Como una de las tradiciones populares más importantes en la temporada de fin de año la “Noche del niño perdido” iluminó la zona norte de Veracruz con el encendido de las velas en la fachada de hogares y en espacios públicos.
Las velitas fueron encendidas en el frente de casas, calles, bulevares y espacios públicos para mantener viva la celebración del "Niño Perdido".
Asimismo, en tres parques de la capital de Veracruz se iluminaron con veladoras y en algunos colocaron fotografías de desaparecidos. esto por católicos que mantienen la tradición de prender un camino de velas por el "Día del Niño Perdido".
En los parques Juárez, Bicentenario y Los Lagos, las familias xalapeñas realizaron el ritual de iluminar con velas un camino, para "El Niño Perdido” cuyo origen se remonta al evangelio de San Lucas, y va de la mano con las creencias religiosas de las fiestas decembrinas.
Madres buscadoras de personas desparecidos rodearon con las velas el árbol de la esperanza y señalaron este día para ellas representa una oportunidad para iluminar el camino de los seres queridos a quienes buscan, algunas desde hace más de 10 años.
En varios municipios veracruzanos, entre ellos Xalapa, se prenden las velas para enseñarle al niño Jesús el camino a casa, así como se plantea en el Evangelio del santo mencionado. Del mismo modo, se comenta que las velas ayudan a los niños perdidos a encontrar el camino a casa.
Las madres de los colectivos “Enlaces Xalapa", y "La Esperanza del Reencuentro" manifestaron que, así como el niño Jesús se le perdió a su madre la Virgen María, a ellas se les perdieron sus hijos. Ivonne Amador Espíritu y Oriana Itzel Espíritu, y Karla Monserrat Cuevas, desaparecieron juntas con otros jóvenes un 14 de octubre de hace 12 años.
Por su parte Yolanda Espíritu Gómez, manifestó, "Una tenía 24 y la otra tenía 34, pues sabemos de dónde se la llevaron, de aquí de Xalapa, se llevaron a ellas y a otras dos personas", quien no las ha dejado de buscar en doce años.
Karla Monserrat Cuevas tenía 23 años cuando desapareció, ese mismo día y mismo caso, explicó María Elena Velásquez su madre, quién apenas este año acudió a poner velas.