Con mucha ilusión siempre esperé llegar a la edad de 50 años. Era como una aspiración, como si pensara que no iba a pasar, y cuando finalmente pasó, obviamente, celebré rodeada del cariño de familia y amigas, llena de alegría porque al fin lo había conseguido: mis 50´s.
No sabía lo que esta edad iba a significar meses después. Ayer que tuve una valoración con un especialista maxilofacial, no lo pudo haber explicado mejor….los 40 y 50´s representan un escape, una bomba de tiempo en donde todo puede resultar o todo puede pasar en tu cuerpo; y hablo en términos de salud.
Para empezar, a toooodooosss nos pasa, unos más, otros menos, pero luego de entender la muy explicita narración del especialista pude al fin comprender que en estas dos décadas tu cuerpo saca todo lo que no era momento en años anteriores.
Me puse a hacer un recuento entre mis amigas y conocidas con mi hermana, y sí, unas padecen ya de una cosa y otras de otras….unas ya lo superaron y otras batallan aún porque la factura es mayor.
Dijo sabiamente el doctor: en esta etapa es momento de que el cuerpo refleje todo lo mal que nos alimentamos, todas las caídas, todas las preocupaciones…y entonces unos empiezan con la rodilla (ay este dolor!) y me acordé de fulanita; a otros se les empieza a caer el cabello --dijo-- tocándose la cabeza como tratando de ser igual testimonio de su decir; y así me fue enumerando infinidad de dolencias.
Entonces llegamos a la mía, el sistema nervioso; resulta que tengo doce años con un diagnóstico de neuralgia del trigémino que en el último mes y medio me ha hecho ver mi suerte con latigazos de dolor a nivel mandibular que me hicieron caer en depresión, ansiedad, no podía comer y a consecuencia bajé de peso en un santiamén (ahora ya me estoy recuperando, y también ahora lo quiero volver a perder)…un mini calvario.
He consultado todos los especialistas posibles y en este momento un poco más recuperada, el maxilo me hizo entender lo importante que es llegar al menos con conocimiento y preparados para saber que cualquier cosa puede pasar….repito, no a todos quizá por ser más disciplinados, pero a muchos si, nuestra educación y misma formación está mal de origen, entonces ¿qué hacer?
En el caso de las mujeres como yo, a todas las chicas que conozco les aconsejo, desde los 35 al menos empiecen con vitaminas, a reforzar su sistema inmune porque esta información a mi nadie me la dio, y no culpo a nadie, quizá ha sido siempre un tabú, empezando por la menopausia que nos sume en ansiedad y depresión, dolores en las articulaciones y otros síntomas más que van más allá de los conocidísimos bochornos, que son lo de menos.
Con la llegada de la menopausia empezamos a sentirnos totalmente distintas y empieza el conflicto, pensamos que tenemos cáncer porque nos atacan dolores sin sentido en algunas partes del cuerpo sin razón, y de ahí viene una escalada de preocupaciones y junto a ellas, muchas, atienden a sus hijos, al marido, van al trabajo y hacen miles de tareas que se conjugan para ocasionar estrés, ansiedad, depresión, se sube la presión y ahí empieza el desastre.
Ahí empezó el mío.
A todas mis mujeres quiero decirles que las admiro y las quiero, y aunque todo mundo me dice o te dice “ya va a pasar”, es justo saber o que alguien nos pueda informar a tiempo a qué nos vamos a enfrentar para al menos tomar medidas preventivas, porque sí se puede estar preparada.
Llevar adecuadamente controles y empezar a trabajar con ayuda psicológica para enfrentar los cambios.
En el caso de los hombres, esos nuestros pilares, pues la cosa no es menor, entonces igual, prepárense e infórmense.
En mi caso sigo en proceso de tratamiento y espero pronto muy pronto, recuperación al cien.
Y en todos los casos, resurjan en una mejor versión, dense tiempo de apapacharse en todo momento, voltéense a ver y den a sus vidas el tiempo que merecen. Olviden a la mujer maravilla, esa no existe, sean la mujer que necesita hacer pausas y revalorarse.
Si podemos….ah! y pronto cumpliré 51. También me ilusiona.