El Vaticano informó este domingo que el Papa Francisco continúa en estado crítico y análisis de sangre muestran un inicio de insuficiencia renal, aunque sigue alerta, bien orientado, y asistió a misa.
El sumo Pontífice de 88 años de edad, lucha contra una neumonía y una compleja infección pulmonar. No ha tenido más crisis respiratorias desde la noche del sábado, pero seguía recibiendo altos flujos de oxígeno suplementario.
Algunos análisis de sangre mostraron una "insuficiencia renal inicial y leve", aunque los médicos aseguraron que estaba bajo control.
El recuento reducido de plaquetas, necesario para la coagulación, detectado por primera vez el sábado, se mantenía estable.
"La complejidad del cuadro clínico, y la necesidad de esperar a que las terapias farmacológicas proporcionen algún resultado, hacen que el pronóstico siga siendo reservado", concluyeron los médicos.
El parte médico es:
La condición del Santo Padre sigue siendo crítica, pero desde la noche de ayer no ha experimentado más crisis respiratorias.
Recibió dos unidades de concentrado de glóbulos rojos con beneficio, y sus niveles de hemoglobina han aumentado.
La trombocitopenia se mantiene estable; sin embargo, algunos análisis de sangre muestran una insuficiencia renal leve y temprana, que actualmente está bajo control.
Se continúa con la terapia de oxígeno de alto flujo a través de cánulas nasales.
El Santo Padre se mantiene alerta y bien orientado.
La complejidad de la situación clínica y el tiempo necesario para que los tratamientos farmacológicos muestren resultados requieren que el pronóstico siga siendo reservado.
Esta mañana, en el apartamento del décimo piso, participó en la Santa Misa junto con quienes lo han estado atendiendo durante estos días de hospitalización.









