CHIAPAS. Migrantes que resultaron heridos y viajaban en una pequeña caravana en Niltepec, Oaxaca, señalaron que, durante su ingreso a México, a través de Chiapas por varios municipios como Tapachula, Tuxtla Gutiérrez fueron ignorados y obligados a caminar de esta forma, ya que el Instituto Nacional de Migración (INM) nunca le resolvió su situación legal en el país.
Denunciaron que varios miembros de este contingente, que fue embestido por un vehículo particular, ya habían avanzado hacia otras provincias y hasta la Ciudad de México, pero fueron detenidos y regresados a Tapachula, donde les pedían dinero para realizarles sus trámites o abordar camiones.
El accidente, consecuencia de la corrupción que impera en el INM al negarles permisos y orillarlos a caminar, dejó como saldo a un padre y su hija muertos, mientras que 17 más resultaron heridos, algunos de gravedad.
Activistas en la frontera sur llamaron a enjuiciar al Comisionado Francisco Garduño, así como al titular del INM en Chiapas, Roberto González López; y Farah Cerdio, esta última identificada y señalada como una de las principales operadoras de esta red de corrupción con la venta de permisos a migrantes.
También llamaron a investigar a Selene Mandujano, titular de Migración en Oaxaca, ante la desatención y estar coludida con esta red de tráfico de migrantes.
“Lo único que han hecho con nosotros es arriesgarnos y hacernos caminar, porque nosotros no nos queremos quedar en Chiapas. Nos obligan a esto y aquí están las consecuencias. A muchos también nos han llevado a Tuxtla, pero solo para dispersarnos más”, acusó Bryan Arévalo, proveniente de Venezuela, quien fue testigo del accidente.
A través de un comunicado, el INM se pronunció en torno a este accidente y afirmó que se le estaba dando la atención a los integrantes de esta caravana, pero, a decir de los propios extranjeros, no han sido apoyados en nada.