Tabasco.- Escuchar hablar a los protagonistas de la ganadería en Tabasco es inusual. Con un prestigio nacional de buenas reses, ganado de generación en generación, los vaqueros chocos se han mantenido ocupados en sus ranchos, mejorando la producción, la genética y haciendo escuela.

El reconocido ganadero José Mariano Ruiz Murillo accedió a hablar a Sintexto, en una serie de entrevistas dedicadas a los productores pecuarios, que han sacado la casta genética para continuar lo que fundaron sus padres, abuelos y bisabuelos.

Sentado en un cobertizo amplio con un par de ventiladores en el techo y rodeado de helechos, Ruiz Murillo viste una camisa a cuadros, un pantalón vaquero, unas botas de huele y su clásico sombrero. Se siente cómodo al hablar de lo que conoce desde niño.

A contracorriente de sus colegas, el ingeniero agrónomo, reconocido por su ganado brahman gris y cebú, habla de respetar los ciclos naturales del campo y sólo a lo último, en su lista de prioridades, atendería «la genética».

«Hay que volver al ganado productivo y rústico, la necesidad de una vaca es comer bien. Un ganado que está gordo, ¿para que lo desparasitas? Un ganado que está sano, ¿para qué lo toco? El ganado está hecho para estar suelto y estar comiendo, y el ganadero está hecho para ofertarle precisamente eso. Una vaca que no es capaz de parir sola es una vaca que debe ser sacrificada. Una cría debe ser capaz de nacer sola, lamer a su madre, levantarse y mamar e irse. Es el mismo principio que hacen los animales salvajes. Esa es la parte principal de hacer hoy ganadería».

A la propuesta del próximo gobierno estatal de vincular de nuevo a los jóvenes a la tierra, el reconocido ganadero con 60 años de edad, aconseja «poner escuelas técnicas», tomando en cuenta las capacidades de los vaqueros.  

«El día que tengamos una escuela de capacitación para enseñar a nuestra gente de campo, el campo va caminar para arriba. Yo creo que hoy es lo primero».

También recomienda no satanizar los herbicidas, porque considera que «son pase para el buen funcionamiento de nuestros campos».

Pero incluso, durante la fumigación con productos químicos, el ganadero debe capacitar bien a sus vaqueros. «Por mucho que la persona sea de campo, si uno no le inyecta en la cabeza cómo funciona un herbicida sistémico --cuándo tirarlo, que tenga hoja, que no esté en periodo de floración, las épocas del año, si hay mucha humedad, poca humedad-- cuando damos una explicación, ellos mismos se empiezan a involucrar».

ES POSIBLE EL ESTATUS A

Su experiencia en su afamado rancho San Román le ha mostrado que «la parte principal de hacer hoy ganadería: (es que) el ganadero debe hacer lo mejor posible para darle de comer a su ganado —y estoy hablando de pasto—, buenos pastos, buen manejo de minerales… y rotación de pastos. Es lo que nos ha funcionado».

Con casi cuarenta años al frente de su rancho, califica de «magnífica» y «muy posible», la intención del gobierno que encabezará Javier May sobre duplicar el hato ganadero.

«Debido a lo descapitalizado que está el ganadero hoy en día, la mayor parte de esa hembra producida en el año, termina en los corrales de engorda en otros lados. ¡Es una lástima! Ese ganado se debería estar multiplicando en nuestro estado y, sobre todo, con la mejor genética. Es tan simple hacer un análisis del comprador. El comprador que tenga la capacidad para soportar el ganado, que tenga la pastura, que tenga la enseñanza de cómo va hacer que ese hato se multiplique. No dárselo a cualquiera», asegura optimista.

El vaquero calcula que metiéndole todas las ganas en un año podría obtener la entidad el estatus A. «Sería importantísimo para la ganadería de Tabasco, que ha demostrado en pistas y demás, que seamos la mejor ganadería, la mejor calidad en México, aquí en Tabasco», sostiene con mucha pasión.

EL MEJOR GANADO PARA EL CLIMA LOCAL

De acuerdo a su experiencia, los fenotipos llevados a cabo muestran que la cría de la raza brahman es lo que mejor funciona en la entidad.

«Tiene una hipo genética que nos funciona aquí en el estado. El brahman es un híbrido dentro del cebú que ha sido el animal perfecto para conjugarse con otras razas. ¿Por qué el brahmán?, ¿por qué el cebú aquí en Tabasco? Bueno, tiene la ventaja de que podríamos decir que es nuestro ganado criollo adecuado a este medio. ¿Por qué? Porque el ganado cebú tiene 72 glándulas que sudan, el europeo tiene 14 glándulas que sudan». 

Lógicamente, con los climas extremos de humedad y calor que hay aquí, explica, «esas razas europeas son acaparadoras de garrapatas, de enfermedades y demás, no porque sean malas sino porque no están en su medio ambiente. Al combinarla, al hacer ese vigor híbrido con cebú, tenemos un becerro muy desarrollado».

Por eso considera que una estrategia es manejarlo para «sacar ese nivel de becerro, pero no pasarnos arriba de cinco octavos, que sería lo ideal».

CENTRARSE EN LA PRODUCCIÓN DE BECERROS

Para Ruiz Murillo, la entidad puede ser autosuficiente en cárnicos, «aunque estamos invadidos». 

Sobre este punto, pondera que el gusto por la carne de Tabasco «era que el ganado provenía del campo. Nuestro ganado, gran parte de éste, se consumía aquí. Y otra se iba a distintas partes de México.

Estábamos acostumbrados a nuestra carne magra, y la que tenía nuestra carne era una grasa amarilla, hecha por el cloroplasto de los pastos. Pero era una grasa totalmente sana». 

Cuando se le pregunta que pasó, de inmediato responde, «Debido a lo apurado de producir kilos, dejó de ser de moda, metieron el corral de engorda y definitivamente el estado cayó en ser únicamente productor de becerros Y esa sigue siendo la tendencia porque nuestra temporada de poder engordar en corrales es muy corta».

Para quien ha sido un honor que la XXVI Exposición Nacional Ganadera de Brahman llevara su nombre —Ingeniero José Mariano Ruiz Murillo, la cual se realizó en la capital tabasqueña—, el consejo es claro: «Seguir aprovechando nuestro clima, pues la planta depende cien por ciento de agua y luz, sacando kilos para producir becerros, y ser más eficiente en la producción de becerros».