El tifón Yagi, catalogado como la tormenta más potente de Asia en lo que va del año, ha causado estragos en el norte de Vietnam, provocando una crisis humanitaria y daños extensos.
Según las primeras estimaciones del gobierno vietnamita, el tifón ha dejado al menos 46 personas muertas y 22 desaparecidas, la mayor parte de estas víctimas se debe a inundaciones generadas por la tormenta.
Yagi, que avanzó hacia el oeste desde su formación en el océano Pacífico, ha desencadenado intensas lluvias y vientos devastadores, las inundaciones han arrasado con viviendas, carreteras y puentes, mientras que los deslaves de tierra han bloqueado caminos y aislado comunidades enteras, las autoridades locales están trabajando para establecer comunicación con las áreas más afectadas y evaluar la magnitud total de los daños.
Además de la pérdida de vidas y la destrucción de infraestructura, el tifón ha impactado severamente a la industria local. Fábricas y plantas de producción han sufrido daños significativos, interrumpiendo las cadenas de suministro y afectando la economía regional.
La agencia vietnamita de gestión de catástrofes ha reportado que los esfuerzos de recuperación están en marcha, incluyendo la movilización de recursos para asistencia humanitaria y la restauración de servicios básicos.
Los equipos de emergencia están desplegados en las zonas afectadas, realizando labores de búsqueda y rescate, y proporcionando ayuda a los desplazados. El gobierno ha declarado estado de emergencia en las áreas más impactadas y ha solicitado asistencia internacional para hacer frente a la magnitud de la crisis.