A 70 años de la muerte de Frida Kahlo, un grupo de investigadores, liderado por la neuróloga Hatice Kumru, diagnosticaron que la pintora y una de las máximas artistas de nuestra historia, habría padecido el Síndrome Cauda Equina, lo que explicaría el dolor crónico con el que la pintora lidió toda su vida.
El malestar físico en la vida de Kahlo se remonta a su infancia, cuando a los seis años fue diagnosticada con poliomielitis, lo que causó que su pierna derecha fuera más corta que la izquierda. Sin embargo, lo que marcó su vida fue un accidente de autobús en 1925, que le provocó contusión profunda de las vísceras abdominales, y fracturas de la pelvis y del pie derecho.
Es así que Frida Kahlo no sólo cautivó en el campo de la historia y las artes plásticas, sino también en el científico. El dolor siempre estuvo presente en la vida de la mexicana, quien entre 1946 y 1950 se sometió a ocho operaciones. El Síndrome Cauda Equina también se conoce popularmente como Síndrome de la Cola de Caballo (SCC).
Desde entonces, ese malestar que la atosigó, la artista lo expresó de forma escrita y visual, como en la famosa pintura La columna rota, de 1944, o en sus cartas, como por ejemplo una que Frida Kahlo envió el 24 de julio de 1944 a su doctor Leo Eloesser, en la que se quejaba del dolor en la espina. El documento se exhibe actualmente en la exposición Kahlo sin Fronteras, en la Casa Estudio Diego Rivera.
El interés por el arte de Frida Kahlo, fue lo que llevó a Kumru a querer estudiar más sobre las lesiones de la pintora. “Hace cinco años, buscando algo sobre lesión modular, elegí el cuadro La Columna Rota por tener signos de dolor neuropático. Tomando información de diferentes partes, de literatura, de sus libros escritos, fue formándose la idea de que ella podía tener Cola de Caballo”, asegura Kumru.
La especialista en neurofisiología explica que al final de la médula hay una parte que son una especie de “raíces” donde los nervios se separan y tienen forma de cola de caballo. “Esta parte en principio es la zona lumbar y donde tuvo fractura Frida. Tardó el diagnóstico y después la operaron, le hicieron la artrodesis y después de este tiempo, Frida empezó a quejarse siempre.
La neuróloga explica que, años después de esa intervención quirúrgica, un doctor de Kahlo estableció que la artista había perdido sensibilidad en esa región. Por su parte, la pintora registró la pérdida de sensibilidad en la zona genital. Kumru asegura que el polio no causa alteración de sensibilidad, por lo que todo apunta a que sí padecía el Síndrome Cola de Caballo.