TABASCO. El Tianguis que se ubica en Infonavit Atasta sobre las calles Melchor Ocampo y Carlos Greene, sufre desde hace años el cierre de locales por falta de ventas, incluso estando frente al Deportivo Infonavit de dicha colonia, no logran ya aumentar el consumo para sostenerse económicamente.
Gustavo García Morales lleva 35 años vendiendo en este lugar, siendo su padre, según comenta, junto con otros vendedores, quienes se encargaron de obtener el apoyo para otorgarles el permiso de vender durante la administración municipal de César Rojas Herrera, pues antes vendían en el Salón Social de la colonia.
“Cuando se fundó el mercadito yo era estudiante de secundaria… antes había dos pollerías, tres fruterías, dos locales de pozol y de empanadas, pero lo que vino a acabar con todo, fue la pandemia”.
El señor Morales es abogado, vende verduras en el tianguis pero no vive de esto ya que con lo que saca no le alcanzaría para sobrevivir. El negocio se lo dejó su mamá y no ha querido dejarlo. De los 20 locales que hay en el lugar, nueve han cerrado. Antes se colocaba de lunes a domingo y ahora sólo de lunes a viernes de 8 de la mañana a 2 de la tarde. En ese horario suspende su negocio para ir a buscar a su hija a la escuela.
“Antes de la pandemia teníamos buena venta, todos, estaban al 100%... ahora ya optan por comprar por vía telefónica, cambia el sistema, ya no es necesario salir a los mercados directo, ya lo hacen por pedido; otra, la competencia es grande… ¡la gente que venía para acá ahora ya se fue para allá!”.
Le adjudica a la pandemia la caída de las ventas, todo se encareció, dice. Antes vendía bastantes tercias de plátanos diarios, que ahora están en más de 300 pesos, lo que aleja a la gente de comprar sus productos. Intentó renovar su negocio vendiendo tacos pero no llegaba la gente, incluso cuando la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) hizo un torneo en el Deportivo, no logró hacer crecer sus ganancias.
El señor Morales no cree que en un futuro las ventas mejoren, y aunque el local lo ayudó económicamente para solventar la educación de sus dos hijos, ahora sólo es una actividad más que no alcanza para mantenerse él y su familia. Sólo logra esbozar una posible solución si se colocaran terminales de transporte público cerca. Él considera que la afluencia que generan estas terminales podría generar mayores ventas en el lugar.










