Omar Jesús Fares Parra
Agencia Reforma
19-Sep-2024 .-Salvatore 'Toto' Schillaci (QEPD) tuvo siete partidos de ensueño en el Mundial de Italia 90. Fueron siete encuentros en los que, un desconocido para el mundo futbolístico en general se convirtió en la gran figura de la Selección de Italia, e incluso de la Copa del Mundo en su País, eclipsando al astro argentino Diego Armando Maradona (QEPD)
Schillaci, quien falleció apenas el miércoles pasado víctima de cáncer de colon, fue el campeón goleador de Italia 90 para convertirse de uno de los delanteros más representativos y queridos de Italia.
Pero antes de aquel evento, ni él mismo imaginaba lo que viviría en el verano mágico de Italia 90 del 8 de junio al 8 de julio.
"Sinceramente, creí que iba a pasarme el Mundial en la grada. No tenía experiencia para jugar con Italia. Yo era feliz simplemente por estar ahí", declaró Schillaci en una entrevista para la revista Panenka en 2013.
El niño de Palermo
La infancia de Schillaci transcurrió entre la diversión de jugar al futbol, pero también por obtener ingresos económicos que le permitieran satisfacer su afición de ir al cine y subirse al carrusel de caballitos en las ferias de Palermo, Sicilia.
Pero a los 12 años, entendió que eso ya no era suficiente, y Schillaci comenzó a trabajar en lo que se pudiera.
"Bajábamos a la calle, éramos chicos normales que nos jugábamos dinero. Cada uno ponía 5,000 liras (2.50 euros). Jugabas porque te gustaba el futbol, pero también porque iba bien tener un dinero extra. El equipo que ganaba se repartía el dinero que (me lo gastaba) en una entrada para ir al cine o a los carruseles.
"Yo empecé a trabajar con 12 años. Trabajé de panadero, cambiando neumáticos, en una farmacia, vendiendo pescado, de camarero", relató.
Del Messina a la Juve
A los 19 años, la diversión de jugar al futbol pasó a ser su modo de vida jugando para el modesto Messina que deambulaba entre la Serie B y C. En su última temporada con el Messina (88-89), Schillaci, quien se inspiraba en Paolo Rossi (QEPD) para anotar goles en base al oportunismo en el área, llamó la atención de la Juventus de Turín, dirigida por Dino Zoff.
El salto a la Juventus le otorgó a Schillaci alcanzar una mejor versión, lo que, a su vez en unos cuantos meses lo proyectó al radar de la Selección de Italia que se alistaba para jugar el Mundial como País sede en 1990.
Algunas versiones señalan que, Rud Gullit, el goleador del Milán fue quien le sugirió al entonces técnico de la Selección de Italia, Azeglio Vicini convocar a Schillaci.
Pero, el propio Schillaci reconoce que, la prensa italiana fue clave para que él llegara a la Selección tras sus buenas actuaciones con la Juventus.
"Llevaba meses leyendo en la prensa que tenían que convocarme fue una cosa de aclamación popular. Las cosas como son. La prensa ayudó mucho para que yo fuera al Mundial", contó Schillaci.
Al Mundial de Italia 90, Schillaci llegó como suplente, pero a sus 26 años de edad, él sabía que posiblemente no habría otra oportunidad por lo que, dio su máximo para convencer a su entrenador.
Schillaci ingresó en el segundo tiempo del partido del debut de Italia frente a Austria, y fue el que marcó el único gol del partido. La titularidad la tuvo hasta el tercer juego de la fase de grupos en donde volvió a definir ante Checoslovaquia (hoy República Checa).
A partir de ahí, Schillaci no tuvo freno en su misión de goleador y anotó en cuatro partidos consecutivos frente en los partidos de la segunda ronda frente a Uruguay, Irlanda, Argentina e Inglaterra.
Italia quedó en tercer lugar de aquel Mundial, y Schillaci se proclamó campeón goleador con 6 anotaciones.
"Soy un cabezota y en los entrenamientos puse en apuros al míster Azeglio Vicini porque lo di todo. Vio que estaba muy bien físicamente y me dejó sentarme en el banquillo.
"Yo no era consciente de nada. Me olvidaba al poco tiempo que había jugado o marcado. En mi cabeza era como si no hubiera hecho nada. Eso me dio fuerzas. Si en aquel momento me hubiese dado cuenta de lo que estaba haciendo, aún estaría mareado", recordó Schillaci.
Al finalizar el verano mágico, fue también como si el reloj hubiera marcado las 12 de la medianoche y acabó con el encanto de aquella Cenicienta que era Schillaci, quien ya no volvió a ser convocado a la Selección de Italia bajo la dirección de Arrigo Sacchi. De la Juventus pasó sin pena ni gloria al Inter de Milán, y de ahí rumbo al futbol de Japón con el Júbilo Iwata, donde se retiró a los 35 años de edad en 1999.
"Tuve problemas físicos, pagué también el mal momento de la Juve. Tenía mucha presión. Desapareció el entusiasmo del Mundial y empecé a sufrir.
"Me dolió no vestir más esa camiseta ni escuchar el himno. Son los técnicos los que mandan. Puede ser que gustara a uno y a otro no", expresó Schillaci para explicar su declive, y que, en Italia 90 fue conocido como el Salvatore de la patria.