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Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO 30-Apr-2024 .-Nadie parece haber aprendido que cuando tienes al Real Madrid abajo, tienes que liquidarlo. Ayer el Bayern Múnich se agregó a la larga lista y eso podría costarle no llegar a la Final de la Champions League.
De poco le sirvió al gigante alemán haber dominado prácticamente todo el juego, darle la vuelta al marcador en 4 minutos y contar con un estadio volcado en su favor, pues falló incontable cantidad de chances de tomar la ventaja en el primer tiempo y aumentarla cuando la tuvo en el segundo y lo pagó caro, pues el Madrid se bastó con exhibir su impresionante talento un poco, para salir de Múnich con un 2-2 que le pone el pase a Wembley a la mano en la vuelta.
Un vendaval muniqués en los primeros 20 minutos del encuentro generó al menos 3 chances claras de gol, pero ninguna terminó en las redes blancas por fallas impresionantes, entre ellas una de Sané.
Por contra, cuando el Madrid se decidió a ir al frente, cayó el primer gol del partido.
Asistencia de otro planeta de Kroos, y Vinicius Junior, ayer en plan de crack, inclinó la balanza para la visita resolviendo la contra con un preciso toque de derecha.
Dominio estéril de pelota fue lo que siguió hasta que los bávaros al fin se prendieron, ya con el segundo tiempo iniciado. Sané empató el partido al 53' tras ganarle la espalda a Mendy y vencer a Lunin con un zurdazo implacable por derecha y luego Lucas Vásquez fauleó en el área a Jamal Musiala para un penal claro que Harry Kane mandó facturar al 57'. Ese fue el gol 43 en 43 partidos con el cuadro bávaro para el atacante inglés; una barbaridad.
La ventaja estaba al fin de lado del Bayern y su estadio era una caldera.
Pero vinieron de nuevo las fallas ante el arco de Lunin y lo que pudo ser un 3-1, al 83' se transformó en un 2-2 de pesadilla. La forma no pudo ser más dolorosa, pues un errático Kim Min-jae -el peor jugador del partido-, derribó de manera inocente a Rodrygo dentro del área y desde el manchón, con un disparo casi al centro, Vinicius se apuntó un doblete que festejó por todo lo alto con los merengues que viajaron a Alemania y que volvieron a España, junto al Madrid, con medio billete a Wembley en la bolsa, no solo por el marcador, sino por las sensaciones que quedaron tras sacudirse al Bayern en su mejor momento.









