Daniel Santiago
Agencia Reforma
MONTERREY, NL 01-May-2024 .-Hace apenas unas semanas que la Secretaría de Educación de Nuevo León aseguró que dialogaría con los directivos de colegios que discriminan a niños con autismo y otras condiciones del neurodesarrollo, sin embargo, los rechazos continúan.
Un caso reciente es el de Brenda y su hija Paula, quien vive con autismo.
En los últimos dos meses, tres colegios en la zona de la Carretera Nacional han negado la inscripción a esta niña de 13 años de edad. La razón, asegura su mamá, Brenda Sánchez González, es que Paula vive con trastorno del espectro autista.
Los institutos le han respondido que sí en un principio, pero al conocer su diagnóstico, la posición cambia a un "no", aunque Paula, de acuerdo con su terapeuta, es altamente funcional, sigue instrucciones y no necesita de maestra sombra.
La familia vive en Santiago, y Paula ha estudiado, sin contratiempos, en los últimos años en un colegio en el sector Las Torres.
"Estamos buscando opciones de una escuela más cerca de la casa, porque ya me es muy difícil llevarla desde Santiago hasta Las Torres, en Monterrey, por cuestiones de tráfico, distancia y trabajo", explicó Brenda.
Los colegios aludidos y registrados ya en una queja ante la SEP están ubicados en La Estanzuela, El Barro y El Yerbaniz.
'¡QUÉ PENA!, PERO NO'
Los casos en discriminación a niños con autismo y otras discapacidades del neurodesarrollo son constantes en algunos colegios.
Grupo REFORMA reportó en abril que, a pesar de que existen leyes federales y estatales, así como tratados internacionales suscritos por México que prohíben estas prácticas, la exclusión se da en varias escuelas privadas y públicas, de acuerdo con familias afectadas.
Sofialeticia Morales, titular de Educación estatal, respondió entonces que apostaría por un acercamiento con las escuelas privadas para conocer su operación interna.
De acuerdo con testimonios, la dinámica es similar. Primero, el colegio abre sus puertas a la familia para darle información, requisitos y costos de la inscripción. Al enterarse de que se trata de un niño o niña con autismo, o con otra discapacidad, comienzan las barreras.
Indican a la familia que hay que revisar el caso, para después no responder a llamadas o decir que su "cuota" para atender a niños con autismo ya está llena.
"Me negaron la inscripción sin siquiera conocer a Paula, ni evaluarla", recordó Brenda.
"Primero me dijeron que porque venía muy mal académicamente. Luego que porque ya tenían varios niños con problemas de conducta".
Paula es una niña que sabe seguir indicaciones, asegura Brenda. Tiene buenas calificaciones, estudia inglés y practica natación. En su actual colegio no presenta problemas de conducta, además acude a terapias.
"Les dije que ella no es agresiva, que tenemos la carta del terapeuta, pero nos dijeron: '¡qué pena!, pero no'.
"También les dije: 'si consideras que deba de repetir sexto año sin problema, yo me adapto, no tengo prisa de que mi hija termine la escuela, si para ella va a ser más fácil socializar, que es lo que nos importa mucho'".
Ante estos rechazos, Brenda interpuso una queja en línea ante la SEP.
El 17de abril la Dirección General de Concertación, Gestión y Seguimiento de Instrucciones Presidenciales le respondió que turnaba el asunto a la Oficina de Enlace Educativo en el Estado de Nuevo León, en la Colonia Obispado.
Le pidieron comunicarse por teléfono o correo electrónico a partir del 25 de abril para conocer el estado de "su petición". Llegada la fecha, le pidieron comunicarse con el área de Educación Básica del Estado, pero nadie responde.
Ahora, la familia se prepara para promover un amparo por discriminación institucional en contra de la SEP y los colegios privados involucrados.