TABASCO. El traslado de un grupo de 52 policías en activo hacia la Ciudad de México, por parte del Ejército Mexicano, para ser sometido, según la versión oficial, a “pruebas de control y confianza”, generó reacción en el crimen organizado, que este jueves colgó mantas y cartulinas en diversos puntos de Villahermosa, con amenazas hacia los agentes involucrados.
“Ya se la saben si andan de sapos”, se sentencia en las misivas, donde también se les advierte que tienen una lista de sus familiares y sus ubicaciones.
Según trascendidos, el ex encargado de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) en Tabasco y ex comisionado de la Policía Estatal en el sexenio anterior, José del Carmen Castillo Ramírez (a) “La Rana”, encabeza la lista de los elementos que están bajo sospecha de encubrir o participar en actividades criminales.
Castillo Ramírez relevó por breve tiempo a Hernán Bermúdez Requena al frente de la institución policial, luego de que éste la dejó a principios de enero de 2024 en medio de señalamientos por ser el presunto líder del grupo criminal “La Barredora”. Él habría presentado desde febrero de 2024 su renuncia irrevocable a la SSPC, pero ésta no le fue aceptada.
Las versiones apuntan a que el actual jefe policiaco, el general Víctor Hugo Chávez Martínez, rechazó la dimisión, en tanto no se esclareciera el asesinato, ocurrido por esos días, del agente comisionado al municipio de Jalapa, José Carmen Lázaro (a) "El Pata de Hule", supuestamente vinculado a otro grupo criminal comandado por “El Señor del 88”.
En el grupo de policías enviados a la capital del país, también estaría Antonio Zacarías, ex director de la Policía Municipal de Cárdenas, quien tenía bajo su responsabilidad los operativos que se efectuaban en la región de la Chontalpa, una zona con alta incidencia delictiva.
Fuentes al interior de la corporación indican que todos los trasladados han sido señalados en múltiples narcomensajes por presuntamente apoyar actividades del crimen organizado, ya sea de uno u otro bando delincuencial.
Las mismas fuentes revelaron que el operativo fue ejecutado por personal castrense y de la propia corporación. Los sospechosos, que en la administración pasada ocuparon puestos clave dentro de la institución, fueron convocados sin previo aviso.
“Sólo se les comunicó que pasarían por exámenes extraordinarios, incluido el polígrafo, en la Ciudad de México”, se ventiló.










