Madrid.- La derrota que sufrió el pasado martes el Real Madrid en el Santiago Bernabéu por 3-1 con el AC Milan, en la Champions League, viene a hacer más grande la crisis en la que han caído los dirigidos por Carlo Ancelotti, que empezó a gestarse con la derrota ante el Barcelona por 4-0, la semana pasada.
Luego de perder el “clásico”, los campeones de España y de Europa necesitaban una victoria contra el AC Milan, y demostrar que el equipo estaba compenetrándose con el nuevo proyecto liderado por la estrella francesa Kylian Mbappé.
En cambio, la derrota por 3-1 en el Santiago Bernabéu fue más de lo mismo: más evidencia de que algo anda muy mal para los de Madrid, y otra señal de que los reyes de Europa podrían, increíblemente, tener problemas para avanzar a la siguiente fase de la Champions League, tras dos derrotas en cuatro partidos.
El rendimiento del Madrid contra el Milan recordó lo que vimos en su remontada por 5-2 contra el Borussia Dortmund hace dos semanas. Pero solo se repitieron las partes malas. Hubo otra decepcionante y desorganizada primera mitad, marchándose al descanso 2-1 perdiendo. Pero esta vez, no hubo un contraataque enérgico inspirado por Vinícius Junior en la segunda mitad para lograr la victoria.
Al contrario, la noche empeoró y empeoró. Ancelotti intentó de todo, realizando cinco cambios -lanzando a Eduardo Camavinga, Brahim Díaz, Dani Ceballos, Rodrygo y Fran García en la segunda mitad- en un intento por reanimar al equipo, pero solo añadió confusión.
Hubo momentos en los que parecía que otro resultado era posible, lo que podría haber desatado otra remontada del Madrid. Pero en general, fue una noche para olvidar del Madrid. Nada funcionó realmente. Hubo tiros disparatados y errores inocentes de jugadores tan talentosos como Luka Modric y Jude Bellingham.
Estaba Mbappé desperdiciando ocasión tras ocasión. Terminó el partido con ocho tiros, pero solo tres fueron al arco. Hubo frustración por parte de los aficionados del Madrid, especialmente por algunas actuaciones individuales, con silbidos para el mediocampista Aurélien Tchouaméni cuando fue sustituido al medio tiempo.
¿Realmente debería ser tan difícil? Este es un equipo con Vinícius y Mbappé en ataque, Bellingham y Federico Valverde en el mediocampo, Rüdiger y Éder Militão en la defensa. Los nombres son de élite. Las actuaciones del equipo, al menos esta temporada, no lo son en absoluto. Y en la línea de banda, la presión sobre Ancelotti sigue aumentando.
Las actuaciones del Madrid en la Champions esta campaña han sido en diferentes grados poco convincentes. Contra el VFB Stuttgart, necesitaron goles tardíos de Rüdiger y Endrick para lograr una victoria de 3-1. En Lille, perdieron 1-0, fallando numerosas ocasiones. La remontada 5-2 contra el Dortmund fue emocionante, impulsada por una actuación de segunda mitad de Vinícius de nivel extraordinario.
Es difícil ignorar el impacto que la tan esperada llegada de Mbappé ha tenido en este equipo y su efecto colateral: la incertidumbre que ha generado en la posición y el estatus de Vinicius y Bellingham. Vinicius, en general, ha seguido destacando esta temporada.
La temporada de Bellingham hasta ahora es desconcertante. Su juego general no ha sido malo. Pero para el 5 de noviembre de 2023, en su temporada debut, ya había marcado 13 goles para el Real Madrid. En esta campaña, no ha anotado ninguno y Ancelotti no parece estar seguro de qué hacer con Bellingham.
Ahora el Madrid tiene que esperar un largo mes para volver a jugar en la Champions League, enfrentando al actual líder de la Premier League, Liverpool. Antes de eso, hay una pausa internacional y partidos contra Osasuna y Leganés en LaLiga. ¿Partidos ganables o potenciales derrotas?









