CHIAPAS. Una nueva caravana conformada por unos 300 migrantes, entre hombres, mujeres y niños, partió de la población fronteriza de Ciudad Hidalgo, Chiapas, con la esperanza de llegar a la frontera norte del país.
Tras varios días de haber ingresado a territorio mexicano por el río Suchiate y no recibir ninguna atención de las autoridades, decidieron emprender el camino para recorrer los 44 kilómetros hacia Tapachula, una ciudad que sigue “inundada” con habitantes de otras naciones.
Los migrantes son de Centro, Sudamérica, África y El Caribe, y su objetivo es llegar a los Estados Unidos, donde en algunos meses se definirá si hay algún cambio en la política migratoria.
De acuerdo con los extranjeros, en Tapachula pernoctarán y descansarán en el parque Bicentenario, en donde esperan que se sumen otros más y se haga un grupo mayor, para que la madrugada del lunes puedan seguir la ruta hacia Oaxaca.
La venezolana, Livia López, asegura que la migración de su país se está incrementando en los últimos días debido a los conflictos postelectorales, luego que Nicolás Maduro se autoproclamó ganador de los comicios.
“Allá no hay trabajo, no hay salud, no hay comida, ni oportunidades; una familia tiene que vivir un mes con 40 dólares y eso no alcanza ni para una semana”, sostiene y dice que, por eso, ella y su familia decidió emprender el viaje para tratar de llegar a los Estados Unidos.
Ella es parte de la última caravana que se está reorganizando, luego que el Instituto Nacional de Migración (INM) no les ha brindado atención tras haber ingresado a territorio mexicano por el río Suchiate.
Pequeños grupos de migrantes de Venezuela y otros países de Centroamérica, Africa y El Caribe, se encuentran en el parque Bicentenario y descansan, ya que el viaje se complica por las altas temperaturas y las lluvias.