TABASCO. Con un llamado al silencio y la oración, la comunidad católica de Villahermosa despidió al Papa Francisco, quien falleció la mañana del 21 de abril.
En la catedral de Nuestro Señor de Tabasco, el ambiente se llenó de solemnidad mientras los fieles se congregaban para orar por el alma del primer pontífice latinoamericano.
El vicario de la catedral, Gerardo Manuve, pidió a los asistentes acompañar en silencio el repique de la Campana Mayor, tradición que marca el luto por la muerte del Sumo Pontífice.
Según dicta el dogma, este símbolo sonoro se realiza con 88 campanadas, una cada 30 segundos, como anuncio formal del fallecimiento a la feligresía.
El encargado de dar la señal fue el sacristán Fernando Vélez, quien, siguiendo el ritual litúrgico, inició el repique que resonó por todo el centro histórico de la ciudad. La catedral se convirtió en el epicentro de un momento de profunda reflexión, marcado por el eco solemne de la campana.
“Una de sus características principales era su sencillez y su humildad que lo demostró con hechos, no tuvo nunca protagonismo, él trató de vivir imitando a Cristo”, dijo José Correa Mora, tabasqueño que se dio cita en la Santa Misad de la catedral.
Por su parte, otra persona que asistió a la misa fue Flor de María Jiménez, quien señaló que la enseñanza más grande que le dejó el Papa Francisco fue el amor que daba hacia el prójimo, y puntualizó sentirse triste con la noticia.