La sonda espacial, Voyager 1, tras cinco meses de haber perdido señal con la base logró establecer contacto con la tierra, enviando información vital después de que ingenieros de la NASA idearan una solución creativa para resolver un problema de comunicación.
Esta proeza técnica se logró a pesar de la inmensa distancia de más de 24 mil millones de kilómetros que separa a la sonda de nuestro planeta, subrayando el ingenio y la persistencia del equipo de la misión en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) en Pasadena, California.
Según informó Fox Weather, la última misión de Voyager 1 comenzó con problemas en noviembre del 2023, cuando una unidad de modulación de telemetría del sistema de datos de vuelo resultó inútil.
El primer conjunto de datos coherentes sobre el estado y la salud sobre los sistemas de ingeniería de la Voyager 1 fue recibido el 20 de abril, marcando un hito significativo después de una pausa de cinco meses en la recepción de datos inútiles.
Linda Spilker científica del proyecto Voyager en el JPL, declaró “Hoy fue un gran día para Voyager 1”, revelando el gran compromiso del equipo con su misión de exploración interestelar.
El equipo de ingenieros de la NASA confirmó que el problema estaba relacionado con uno de los tres ordenadores a bordo de la nave, denominado sistema de datos de vuelo, que se encarga de recoger datos científicos y de ingeniería antes de enviarlos a la tierra.
La nave actualmente se encuentra en los límites del sistema solar, durante varias décadas la nave ha enviado imágenes del sistema solar exterior (Júpiter, Saturno y sus respectivas lunas) y se encuentra actualmente rumbo a la nube de Oort.