CHIAPAS. En la frontera con México y Guatemala a través del rio Suchiate, en estos últimos días se han visto a cientos de migrantes que ingresan a diario, provenientes de Guatemala, con la intención de avanzar lo antes posible, previo a que Donald Trump tome poder como presidente de los Estados Unidos.
En las últimas 72 horas los extranjeros han arribado del otro lado del río de forma continua a Ciudad Hidalgo, sin detener su marcha en este municipio y avanzando hacia Tapachula, primer punto meta para continuar en su caminar hacia otras localidades como Huixtla, Mapastepec y la zona limítrofe con Oaxaca.
Aunque el ingreso a diario se determina por cientos de personas que cruzan desde Guatemala, la acumulación de personas no es tan evidente como en ocasiones anteriores, dado que muchos deciden no parar en la frontera sur y seguir en su camino a bordo de transportes públicos y, en la mayoría de los casos, con células de traficantes de personas que operan en esta región.
Según los propios balseros que realizan las tareas diarias de traslado por el río Suchiate, a diario movilizan hasta 100 personas en distintos sectores de este afluente, lo que da un termómetro del número alto de migrantes que llegan a territorio chiapaneco.
Solo este miércoles, de acuerdo al Diario del Soconusco, unos 135 migrantes ingresaron por las balsas en un lapso de tres horas.
La minoría de extranjeros, que ha llegado a Chiapas con pocos recursos y fatigados, decide descansar en el parque central Miguel Hidalgo de Suchiate, donde encuentran un poco de cobijo, aunado a que, en la iglesia católica situada frente a esta plaza pública, se les dona comida y agua para que puedan subsistir.
Muchos de los internacionales señalan que deciden no quedarse ante la burocracia que persiste en el Instituto Nacional de Migración (Inami), donde solo aquellos que cuentan con dinero para pagar por estos permisos pueden avanzar hacia el centro y norte del país.
Según activistas defensores de derechos humanos, se prevé que la cifra de migrantes escale aún más para el cierre de noviembre, en un intento por avanzar de manera exprés hacia el norte del país ante el temor de quedar varados con las políticas antiinmigrantes que Donald Trump imponga.