CHIAPAS. Un grupo de aproximadamente 500 migrantes de diversas nacionalidades, entre los que se encuentran mujeres y niños, emprendió una nueva caravana desde Tuxtla Gutiérrez con rumbo a Arriaga, en busca de avanzar hacia la frontera norte de México.
La movilización se dio tras la cancelación de una marcha mayor que se esperaba reunir a más de 1,500 personas, quienes habían planeado desplazarse juntas en la ruta migrante hacia los Estados Unidos.
La mañana de este martes, los migrantes se congregaron en diversos puntos de la ciudad capital antes de iniciar su camino. Aunque inicialmente la cifra de participantes se esperaba mayor, el temor a ser detenidos en retenes o sufrir represalias por parte de las autoridades derivó en una menor asistencia.
No obstante, la perseverancia del grupo que decidió continuar su viaje demuestra la desesperación y necesidad de quienes buscan mejores condiciones de vida y seguridad en otro país.
Organizaciones de derechos humanos han señalado la falta de atención y apoyo a estos migrantes, quienes permanecen en situación de vulnerabilidad durante su paso por Chiapas, una región que se ha convertido en un punto crítico de la ruta migrante.
En su trayecto hacia Arriaga, el grupo se enfrenta a posibles riesgos, como detenciones por parte de las autoridades migratorias y condiciones climáticas adversas.
A pesar de los desafíos, los migrantes mantienen la esperanza de avanzar y encontrar en México o en el norte una oportunidad para salir de la pobreza y la violencia que los obligó a dejar sus países de origen.
Mientras tanto, la situación sigue poniendo en tensión los recursos de la frontera sur de México, donde la capacidad de respuesta y la implementación de políticas humanitarias continúan siendo un reto para las autoridades locales y federales.
Se espera que el grupo arribe a Arriaga en los próximos días, donde probablemente se sumen a otras caravanas en su ruta hacia el norte.