Berlín.- Alrededor de 30 mil personas, según la policía, y 38 mil según los organizadores, marcharon este domingo por las calles de esta ciudad para rechazar la posibilidad de que la extrema derecha gobierne en los siguientes años el país europeo.
La movilización se realizó contra el partido Alternativa para Alemania (AfD) a solo una semana de las elecciones legislativas en el país. Sin embargo, una manifestación similar el pasado 8 de febrero congregó a 250 mil personas, y otra el 2 de febrero, juntó entre 160 mil y 250 mil participantes.
La consigna de la manifestación del domingo en Berlín era "Mano con mano, somos los apagafuegos".
Una referencia al "cordón sanitario" que mantienen los partidos tradicionales en Alemania desde la Segunda Guerra Mundial para rechazar cualquier cooperación a nivel nacional con los movimientos de extrema derecha. Aunque los conservadores rompieron el tabú recientemente al iniciar un acercamiento en el Parlamento con la AfD.
El viernes, en un discurso en forma de diatriba contra Europa en la Conferencia sobre seguridad de Múnich, el vicepresidente estadunidense JD Vance, pidió específicamente a los partidos políticos alemanes, y a la derecha clásica en particular, no seguir condenando al ostracismo a la extrema derecha.
En Berlín, muchos manifestantes se preocupan por ver al partido AfD convertido en el segundo Alemania tras la elecciones legislativas del 23 de febrero, cuando los últimos sondeos calculan que obtendría de 20 a 21 por ciento de los votos, detrás de la oposición conservadora, que sacaría entre 30 y 32 por ciento.
También, las "abuelas contra la derecha", que en las manifestaciones se distinguen por sus gruesos gorros de lana, se movilizan para proteger la democracia y luchar contra los discursos nacionalistas y antiinmigrantes.
Su misión: proteger la democracia para las generaciones futuras. Su emblema: un gorro de lana, hecho casi siempre a mano y que permite identificarlas en las manifestaciones que congregaron a cientos de miles de personas en las últimas semanas.
Las "Omas gegen Rechts", sin embargo, no esperaron la última línea recta antes de los comicios para movilizarse. "Que seas viejo no significa que tengas que quedarte callado", repiten desde hace siete años.
A sus sesenta, setenta e incluso noventa años, estas activistas, que crecieron en las décadas de posguerra marcadas por la memoria del Holocausto, sienten que tienen un deber.
El partido de extrema derecha AfD podría obtener el segundo lugar en las elecciones legislativas, aunque sus posibilidades de llegar al poder son nulas debido a la falta de aliados.
Un primer congreso de las "Omas" se celebró este verano en Turingia, en el centro de Alemania. En las últimas elecciones regionales que se celebraron en esta zona, AfD quedó en primer lugar.









