Dos mexicanos se encuentran secuestrados en el navío incautado por rebeldes hutíes de Yemen, quienes armados descendieron en helicóptero y se apoderaron del buque de carga, al sur del Mar Rojo, con 25 tripulantes a bordo.
Las imágenes se dieron a conocer en el canal de televisión del movimiento Al Masirah luego de que el barco fuera secuestrado por el grupo respaldado por Irán, que dijo que el navío estaba vinculado con Israel; sin embargo se informó que dicha embarcación es propiedad británica y operado por japoneses. Ante esta situación, las autoridades mexicanas indicaron que se mantienen atentas, a través de la embajada de México en Arabia Saudita, donde se realizan las gestiones para corroborar la situación de la tripulación, Tokio intervino directamente ante los rebeldes y pidió “encarecidamente a Arabia Saudita, Omán, Irán y a los demás países involucrados que insten a los hutíes para que liberen rápidamente el barco y a los miembros de la tripulación”, declaró el ministro japonés de Relaciones Exteriores, Yoko Kamikawa.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, confirmó que la tripulación está compuesta por 25 miembros de diversas nacionalidades, entre ellos ucranianos, búlgaros, filipinos y mexicanos. La empresa de seguridad marítima Ambrey precisó que el propietario del barco es la compañía Ray Car Carriers, que pertenece al israelí Abraham “Rami” Ungar. El ejército israelí indicó que el barco zarpó de Turquía con destino a India y que a bordo hay “civiles de distintas nacionalidades, pero no israelíes”. “No es un navío israelí”, insistió.









