QUINTANA ROO. Ante el anuncio de la apertura al público el 14 de septiembre del acceso a la zona arqueológica de Ichkabal, brigadas de obreros trabajan a marchas forzadas con apoyo de maquinaria, para pavimentar los 21 kilómetros del camino para el acceso, según anunciaron altos funcionarios del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Por el momento es imposible llegar a las pirámides porque está cortado completamente al paso de vehículos, ya que brigadas de trabajadores pavimentan a marchas forzadas y no permiten el acceso. Se puede avanzar cuando mucho cinco kilómetros. En algunas zonas donde se tendió el asfalto con anterioridad, se encuentra sumido y en otras partes levantado, dificultando el paso vehicular.
Los ejidatarios consideraron que también se debe tomar en cuenta la reparación del camino que conduce de Bacalar a Reforma ya que se encuentra en pésimas condiciones: con varios años de falta de mantenimiento, los baches se han multiplicado, además que esa vía es cortada por las obras del Tren Maya donde todavía se sigue trabajando, lo que dificultaría el traslado de turistas como se pretende, toda vez que está carretera conecta con la desviación hacia la zona arqueológica.
Refugio Cano Gómez, presidente del comisariado ejidal de Bacalar, consideró que el anuncio hecho recientemente por funcionarios del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), sobre su apertura al público a partir de la próxima quincena, podría tratarse de un acto simbólico.
Dijo que la noticia tomó por sorpresa a los ejidatarios, que son dueños de las tierras donde están asentadas las pirámides, porque hace unos días en su calidad de representante, sostuvo una reunión con el delegado del INAH en Quintana Roo, Margarito Molina y no se abordó el tema de la apertura.
Hablaron del convenio de expropiación de las 113 hectáreas donde se encuentra la zona arqueológica, pero en ningún momento se comentó los planes de la próxima apertura, aunque aclaró que no están en contra, al contrario, los ejidatarios son los más interesados en que se abra al público.
Cano Gómez, dijo que dentro de la propuesta que siempre han sostenido con el INAH es que se tome en cuenta a los ejidatarios como socios de las diferentes áreas que operarán la zona de ruinas, es decir, la taquilla, estacionamiento, visitas guiadas y transporte, entre otros; para que sus hijos que se han preparado con anticipación, cuenten con empleos seguros sin tener que emigrar a otros lugares.
Margarito Molina, director del Centro Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), afirmó que: “Los trabajos arqueológicos posiblemente continúen, pero el 7 de septiembre ya podrá ser abierto, el acceso que va desde el Suspiro hasta Ichkabal que es una carretera construida por la Sedena (Secretaría de la Defensa Nacional), ya está en un horizonte cercano la apertura de Ichkabal que es un sitio que con el apoyo del gobierno federal ya podrá ser visitado”.
“Tuvo la característica de que se trabajó en la parte arqueológica y de restauración, pero también se habilitaron nuevos espacios para la recepción de visitantes, ya hay nueva infraestructura, nuevos sanitarios, nuevas taquillas en todos los sitios que estamos trabajando en Quintana Roo y estarán en condiciones para recibir a los visitantes”, aseguró.