VERACRUZ. Cada primer viernes de marzo, el místico municipio de Catemaco se convierte en el epicentro de rituales esotéricos y ceremonias que atraen a curiosos, creyentes y practicantes de la brujería de todo el país. Este evento, conocido como el “día de los brujos”, ha generado tanto fascinación como controversia, pues mientras algunos lo ven como una tradición cultural y turística, otros lo relacionan con prácticas ocultistas e incluso satánicas.
El número 13 en la Brujería y la numerología angelical, representa un período de crecimiento y cambio espiritual; este 2025, Enrique Marthen Berdón "El Brujo Mayor", celebró en Catemaco la 13ava edición de la Misa Negra.
En el Museo y Centro Ceremonial "El Ahijado", pasadas las 0 horas del primer viernes de marzo, se inició con el ritual Místico que lleno de energía a cientos de asistentes al culto a Lucifer.
Uno de los momentos más impactantes de la noche fue el bautizo de 15 hombres y mujeres que, como parte de su iniciación en el satanismo, juraron fidelidad a Lucifer y se comprometieron a seguir su camino espiritual.
En el altar, iluminado por velas rojas y negras, "El Brujo Mayor" invocó fuerzas espirituales con palabras que resonaron entre los asistentes:
"Que el fuego abrasador queme toda la negatividad de nuestras vidas y aleje de nuestro entorno cualquier peligro habido y por haber, ¡salve Lucifer! Que este humo empañe las miradas de nuestros enemigos, que nuestros enemigos no puedan vernos, no puedan detectarnos."
A su lado, la primera Bruja Mayor, Reyna Isabel Martínez Méndez, jugó un papel importante en el ritual, cumpliendo con protocolos establecidos para aumentar la energía que envolvía a los participantes. También destacó la presencia de Roberto Troncoso Queb, presidente nacional de la Alianza de Comunidades Indígenas y curandero espiritual, quien reafirmó su compromiso de expandir la devoción a Lucifer.
Este año, la Misa Negra atrajo no solo a seguidores de distintas partes de México, como Ciudad de México, Hidalgo y Tlaxcala, sino también a visitantes de Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania, quienes acudieron en busca de experiencias esotéricas y protección espiritual.
En la brujería y la numerología angelical, el número 13 simboliza transformación y crecimiento espiritual, lo que hizo que esta edición del evento cobrara un significado especial para los asistentes.











