GRINDAVIK, Islandia.— Después de una serie de temblores, la esperada erupción volcánica a cuatro kilómetros del pueblo costero de Grindavík, irrumpió lanzando chorros de lava que alcanzaron los 100 metros de altura, sin causar víctimas fatales debido a que el gobierno de Islandia evacuó a los casi cuatro mil habitantes desde noviembre pasado.
La grieta que se abrió desde la boca del volcán se ha extendido unos cuatro kilómetros de distancia hacia el norte, en menos de dos horas. Por esa larga fisura salen ríos de lava incandescente por toneladas.
De acuerdo a informes sismológicos, la erupción arroja unos 150 metros cúbicos de lava por segundo. Se estima que la erupción durará de cinco a 10 días aproximadamente, en los cuales los servicios de protección civil y la guardia costera mantendrán el estado de emergencia.









