Ciudad de México. – En medio de la controversia generada por una fotografía suya en una tienda de lujo en Houston, José Ramón López Beltrán, hijo mayor del expresidente Andrés Manuel López Obrador, salió a la defensa de su estilo de vida, asegurando que no goza de privilegios.
La respuesta se dio tras las duras declaraciones del empresario Ricardo Salinas Pliego, dueño de Grupo Salinas, quien acusó a los políticos de Morena y a sus familiares de no pagar impuestos y enriquecerse de manera inexplicable, tildándolos de "vivir financiados por el cártel de Macuspana" y esconderse "como ratas" para no explicar su "enriquecimiento absurdo."
A través de sus redes sociales, López Beltrán dirigió su mensaje directamente a Salinas Pliego, señalándolo de "clasista" y de carecer de argumentos sólidos.
"Yo, José Ramón López Beltrán, no vivo de privilegios ni de favores ni de concesiones disfrazadas de moral", afirmó el hijo del exmandatario. Con una aparente mesura, contrastó su situación con la del magnate: "Como millones de mexicanas y mexicanos, trabajo, emprendo, pago impuestos y no necesito presumir para saber quién soy. A diferencia de ti, no construyo nada atacando, difamando o calumniando a otros; lo hago trabajando."
López Beltrán continuó con la distinción, ofreciendo una perspectiva sobre la ética y el mérito: "La diferencia entre tú y yo es clara: yo no le debo nada al Estado ni al pueblo de México; tú, en cambio, te has enriquecido durante décadas beneficiándote de ellos. No necesito prepotencia ni humillar a nadie para justificar quién soy."
Por su parte, Carolyn Adamas, esposa de López Beltrán, también intervino para defender a sus hijos, rechazando la comparación de "ratas" y asegurando que su familia vive en paz porque todo lo que poseen es "fruto de nuestro trabajo." Adams sentenció: "Yo nunca me he metido con los hijos de nadie, y no voy a permitir que nadie hable de los míos con desprecio."
Con estas declaraciones, el hijo del expresidente busca zanjar la polémica sobre el origen de sus recursos, mientras las críticas sobre el "enriquecimiento absurdo" por parte de Salinas Pliego se mantienen en el debate público.








