Shohei Ohtani no se ha convertido solamente en la navaja suiza más afilada que ha visto el diamante en la historia moderna, sino porque su jersey es, por mucho, el más vendido en las tiendas de la MLB. El mercado lo confirma: nadie despierta tanta pasión, admiración y, sobre todo, negocio como Ohtani.
El fenómeno japonés ya encabezaba las ventas de camisetas el año pasado cuando arribó a Dodgers, pero su llegada a la Serie Mundial explotó el mercado de una forma que la industria no había visto antes.
En las primeras 48 horas tras anunciarse su firma por 700 millones de dólares, Fanatics, la principal plataforma de comercialización de jerseys en MLB, informó que el uniforme con el número 17 de Ohtani batió todos los récords previos de ventas en ese lapso. Ni la llegada de Lionel Messi a la MLS ni la de Tom Brady a los Buccaneers provocaron semejante estampida de compradores.
Su impacto en la mercadotecnia no es casualidad. Ohtani es un rara avis en el beisbol: un pelotero que lanza como un as y batea como un MVP, algo que no se había visto desde Babe Ruth y que, en la era moderna, parece casi imposible.
Su talento es tal que incluso tras haberse sometido a una cirugía de codo que lo obligó a jugar solo como bateador designado, sigue siendo la estrella más luminosa de la liga. Y las ventas lo confirman.
El efecto Ohtani también ha elevado a los Dodgers a otro nivel de comercialización. En la lista de camisetas más vendidas tras la Serie Mundial, el equipo angelino tiene cuatro jugadores dentro del top 20: además del nipón, Freddie Freeman (2), Mookie Betts (4) y el japonés Yoshinobu Yamamoto (10).
La combinación de Ohtani y Yamamoto ha hecho que la base de seguidores de los Dodgers en Japón explote, lo que ha convertido a la franquicia en la más global de la MLB.
Este tipo de impacto comercial es un recordatorio de que el beisbol, al igual que cualquier otra industria de entretenimiento, vive de figuras y narrativas. Ohtani encarna la historia perfecta: el talento generacional, la humildad de un trabajador incansable y la capacidad de desafiar cualquier lógica con su juego.
Los Dodgers, por su parte, son el escenario ideal, una franquicia con el glamour de Hollywood, una afición apasionada y un mercado gigantesco.
Entre las camisetas de jugadores latinos, la de Juan Soto es la más vendida. El dominicano, quien recién llegó de los Yankees de Nueva York, ocupa la tercera posición en la lista general, demostrando que su carisma y talento lo han convertido en el heredero de figuras como David Ortiz y Albert Pujols en el corazón de los aficionados.
Soto no sólo es un bateador temible, sino que también tiene el aura de superestrella que Nueva York exige. Si en los Nationals fue la joya precoz y en los Padres el “elegido”, en los Mets puede convertirse en leyenda.
La lista de las camisetas más vendidas en la MLB:
1. Shohei Ohtani - Los Angeles Dodgers.
2. Freddie Freeman - Los Angeles Dodgers.
3. Juan Soto - New York Mets.
4. Mookie Betts - Los Angeles Dodgers.
5. Aaron Judge - New York Yankees.
6. Francisco Lindor - New York Mets.
7. Bryce Harper - Philadelphia Phillies.
8. Jose Altuve - Houston Astros.
9. Ronald Acuña Jr. - Atlanta Braves.
10. Yoshinobu Yamamoto - Los Angeles Dodgers