La noche de este miércoles, Israel bombardeó el suburbio sur de Beirut, considerado un bastión de Hezbolá, causando la destrucción de varios edificios y una gran explosión, según la agencia de noticias libanesa Ani, estos ataques son los más intensos desde que comenzó el conflicto militar hace un mes.
Poco antes de los bombardeos, el ejército israelí había emitido un llamado de evacuación en la zona, al menos 17 bombardeos impactaron en el suburbio, destruyendo un complejo residencial y otros edificios circundantes.
Por la mañana, Israel también atacó la ciudad de Tiro, en el sur de Líbano, dejando parte de su centro en ruinas, Estos ataques son parte de una ofensiva que Israel inició el 23 de septiembre, con el objetivo de neutralizar las posiciones de Hezbolá en Líbano.
El gobierno israelí afirma que esta operación busca permitir el regreso de 60 mil habitantes del norte de Israel, que han sido desplazados por los constantes disparos de cohetes desde el sur del Líbano durante el último año.
En respuesta a los bombardeos, Hezbolá, grupo islamista apoyado por Irán, aseguró que lanzó cohetes contra una "empresa de industrias militares" en los suburbios de Tel Aviv, afirmando haber alcanzado su objetivo.
Mientras tanto, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien se encuentra de gira en Oriente Medio, instó a Israel a evitar una mayor escalada con Irán, que respalda tanto a Hamás como a Hezbolá. Blinken busca evitar que el conflicto se extienda aún más en la región, dado el riesgo de que otras potencias regionales se involucren.