CAMPECHE. El vocero de la Diócesis de la entidad, Luis Ángel Mendoza Pérez, anunció que este jueves arribarán los peritos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para determinar, en la segunda inspección, el costo de la rehabilitación del techo de la iglesia de San Luis Obispo de Calkiní que se derrumbó, precisó que, tras el derrumbe, se habilitó la capilla del Santísimo, así como el claustro del convento para las misas, ya que no hay riesgo de afectaciones.
Mendoza Pérez, externó que tras el desplome del techo el pasado domingo 29 de diciembre, acudió personal del INAH, de la Secretaría de Protección Civil y del Ayuntamiento de Calkiní, quienes hicieron un recorrido por el inmueble católico.
Dio a conocer que el INAH les notificó que al tener la iglesia la declaratoria de monumento nacional y estar inscrito en el registro público de monumentos y zonas arqueológicas e históricas, pueden acceder a un seguro nacional para su restauración.
Informó que para este jueves llegarán los peritos del INAH de la Ciudad de México para una segunda verificación y tras la revisión emitirán el dictamen del presupuesto que se requiera para la reconstrucción del techo, así como las acciones inmediatas para la restauración del templo.
Indicó que el personal de protección civil del Gobierno del Estado evaluó los espacios habilitados para el oficio de las misas y constató que no representan peligro para la integridad de los fieles, por lo que autorizaron el uso de la capilla del Santísimo para las misas de lunes a sábado y, para las celebraciones más concurridas, que corresponden a las ceremonias litúrgicas del domingo, habilitaron el claustro del convento realizando el debido acondicionamiento sin que afecten el valor histórico del inmueble.
Añadió que el párroco del templo, Fernando Manzo, reiteró su colaboración con las autoridades competentes mientras que los representantes de las instancias gubernamentales hicieron el compromiso de darle seguimiento a la obra para su pronta restauración.
Explicó que el reporte emitido por los arquitectos del INAH, en el recorrido del lunes 30 de diciembre y la evaluación del daño ocasionado, les notificó que el problema se originó por una manufactura de origen ya que no consolidaron de forma adecuada el techo. Añadió que al no tener el grosor suficiente se presentó una grieta, y aunque la atendieron con las acciones preventivas que instrumentó la iglesia, con el paso del tiempo y al no resolver el problema, también contribuyó el clima que propició el deterioro y el colapso del techo de la iglesia.
La antigüedad del inmueble añadió también fue un factor del daño que generó la afectación al ser una iglesia que data del año 1776.
Reveló que el personal del INAH tuvo acercamiento con el párroco de Calkiní, Fernando Manzo, el pasado viernes 27 de diciembre, en donde le notificaron de los trámites que hicieron ante la Secretaría de Cultura Federal con la aprobación de intervenir en la reparación de la bóveda; sin embargo, el desplome aceleró el proceso de los trabajos que ameritan la rehabilitación del inmueble.