ADÉN, YEMEN.— El barco petrolero noruego Astrinda fue destruido por tropas yemeníes en el Mar Rojo, luego de negarse a cambiar su ruta que tenia como destino las costas israelíes, donde planeaba abastecer de petróleo a esa nación. Como consecuencia, compañías del ramo anunciaron la suspensión por esa ruta marítima, que se prevé será el escenario de una coalición encabezada por Estados Unidos contra los rebeldes hutíes.
La séptima multinacional de petróleo y gas en el mundo, la británica BP anunció la suspensión del energético por el Mar Rojo. Financieros y analistas auguran más problemas para Europa, quien debido al bloqueo contra Rusia, ha tenido que ajustar sus planes energéticos y buscar nuevos socios.
La empresa alemana Hapag-Lloyd evalúa también suspender temporalmente la ruta de navegación por esa zona.
Fuentes del Pentágono anunciaron que el presidente estadounidense Joe Biden anunciará la operación «Guardián de la Prosperidad», en el momento en que un segundo destructor se acerca al Mar Rojo. Los hutíes han declarado que «cualquier ataque a Yemen convertirá todo el Mar Rojo en una zona de guerra».
En noviembre, los rebeldes secuestraron el carguero Galaxy Leader, supuestamente vinculado a un empresario israelí, para exigir el cese de la guerra de Israel contra los gazatíes.









