CAMPECHE. Bajo el inclemente sol del Caribe y entre los murmullos de los invitados, el salón del Registro Civil en la calle 25-A, entre las calles 20 y 22 de la colonia Guanal, era escenario de lo que prometía ser una boda sencilla pero emotiva. Nadie imaginaba que, en cuestión de segundos, aquel sueño de amor se transformaría en una pesadilla.
La joven pareja estaba a punto de pronunciar el “sí, acepto”, cuando las puertas se abrieron violentamente de par en par. Un hombre, visiblemente alterado, irrumpió en la ceremonia, lanzando acusaciones a voz en cuello: “¡Ella es mi pareja, no puede casarse!”. El murmullo de los presentes se congeló. Las miradas atónitas no alcanzaban a procesar lo que ocurría.
En cuestión de instantes, el lugar se convirtió en un hervidero de caos. El hombre intentó acercarse a la novia, mientras familiares y funcionarios intentaban detenerlo. Empujones, gritos y forcejeos se desataron como en una escena de película. La tensión escaló hasta que, en medio del tumulto, uno de los involucrados cayó al suelo inconsciente.
El cuerpo del hombre quedó tendido sobre las frías baldosas del Registro Civil, mientras los asistentes, presas del pánico, pedían ayuda a gritos. Paramédicos de la Cruz Roja Mexicana llegaron minutos después, abriéndose paso entre la multitud, para atender al hombre desmayado.
Elementos de la Dirección de Seguridad Pública no tardaron en arribar al lugar. Tras tomar control de la escena, ordenaron el cierre inmediato del Registro Civil. Las puertas fueron cerradas con candado, dejando a los curiosos afuera, murmurando teorías y rumores sobre el escandaloso episodio.
De la boda, poco más se supo. La novia, visiblemente afectada, fue escoltada fuera del recinto por sus familiares. El novio, entre la confusión y la rabia, trataba de entender cómo en cuestión de minutos su día especial había sido secuestrado por un amor del pasado.
Hasta el momento, las autoridades no han revelado si habrá cargos formales contra el hombre que interrumpió la ceremonia. Lo que sí es seguro, es que Ciudad del Carmen presenció uno de los episodios más dramáticos en la historia reciente de su Registro Civil, digno de la gran pantalla.
Testigos del altercado calificaron el momento como “una escena de telenovela” y lamentaron la falta de protocolos de seguridad en este tipo de eventos, señalando que situaciones como esta pueden salirse de control con facilidad.