VILLAHERMOSA, Tabasco.— En Tabasco es más común que la gente gaste en sorteos millonarios que en adquirir un seguro de vida para proteger a su familia.
Como Félix (se ha cambiado el nombre), que compra billetes de lotería tres veces por semana, además de conseguir números del concurso conocido como «bolita». En total, el hombre entrado en años, admite gastar 3,000 pesos a la semana, si incluye las cajetillas de cigarros que fuma diariamente. Pero no cuenta con un seguro de vida.
Doña Josefina Gular Solórzano, quien lleva más de cuarenta y ocho años como agente de seguros, señala que «antiguamente no había la cultura de comprar pólizas, era muy difícil abordar a la gente que, te decía, era un seguro de muerte, y no de vida.»
Incluso, recuerda con nostalgia que cuando ella empezó, su padre se opuso porque no era visto como una profesión vender pólizas. «Eran otros tiempos, y había muchas estafas también. Y aún así sucedía que el cliente no quedara contento.»
Actualmente, las aseguradoras cobran una fianza anual a los agentes de seguros, que sirve como garantía en caso de que algún cliente sea estafado.
«Ni a las compañías de seguros ni a los bancos les conviene quedar mal. Si la persona tiene un recibo firmado por el agente, aunque este último no haya ingresado el dinero, la compañía va a responder», señala la experimentada agente.
TRES MOTIVOS QUE INHIBEN ASEGURARSE
La primera razón por la que los tabasqueños no compran un seguro es la económica, muchas personas argumentan no ganar suficiente para pagar una anualidad de casi 39 mil pesos, durante 20 años, para recuperar la inversión al 114%, en caso de que siga viva a la edad de 60 años. Aunque, como en el caso mencionado al principio, gasten cantidades enormes en entretenimiento y recreación.
Gular Solórzano señala que hay seguros todos, aún para quienes nunca han adquirido uno y que son accesibles. «Son los llamados seguros temporales, que valen muy baratos, son productos que se venden a 10 años, a 15 años».
Este seguro accesible de GNP se llama «Privilegio», y protege al asegurado por la misma cantidad que el otro de recuperación, y se liquida en el mismo periodo: 20 años, sólo que los pagos anuales son menores, de 8,700 pesos. La diferencia es que el monto acumulado no es recuperable.
La segunda anomalía que ahuyenta a los tabasqueños a comprar un seguro es la idea de que la póliza nunca la pagan, o retrasan por mucho tiempo el efectivo a la viuda o los beneficiarios.
En esta situación se encuentra Gloria, una tabasqueña que ha dado vueltas desde hace un año para cobrar el seguro que su esposo tenía como trabajador del estado de Tabasco. En el ISSET, a la viuda lo único que le dicen es que no hay liquidez, y ella regresa a su casa a ver cómo alimenta a sus cuatro hijos, uno apenas de un año.
«A menos que sea un problema de disputabilidad, no hay ningún motivo para retener una pensión y más si se supone que es una póliza del estado. Se debe ir a la Condusef, para eso están las instituciones, para evitar irregularidades. En GNP seguros a lo sumo pagamos a más tardar en un mes», señala la experta consultada.
Y la tercera causa que inhibe la adquisición de un seguro de vida es el pago indebido que en ocasiones acusan los beneficiarios han tenido que realizar para recibir su dinero.
A este respecto, la consultora de seguros fue enérgica: «Una vez una señora se acercó a mí y me dijo que no le habían pagado su seguro y me contó que le estaban pidiendo dinero. ¡No —le dije—, eso no! Igual, en una ocasión, un cliente me preguntó cuánto me debía por cobrar su póliza y yo le dije: ¡Absolutamente, nada! Yo ya cobré mi comisión cuando vendí el seguro, usted no le tiene que dar nada a nadie. ¡Eso es un fraude!»
MEJORA EL PANORAMA
En Tabasco, en los últimos años, las aseguradoras están empezando a tener mucha presencia porque consideran que existe un «mercado flotante» atractivo.
En la entidad operan, además de GNP Seguros, Seguros Atlas, Seguros Monterrey, Astra y los bancos que también entraron al mercado de los seguros.
Tan sólo GNP Seguros tiene en una de las dos gerencias con las que cuenta en la entidad, más de 40 agentes. «Hay mucho terreno virgen en Tabasco, y puedo decir que en toda la República».
Como parte de ese naciente interés del tabasqueño por protegerse, las aseguradoras no sólo manejan pólizas de vida, sino también de retiro, de salud, de línea profesional —nombre que GNP le da a lo que otras aseguradoras llaman «Segubeca», y que efectivamente es para asegurar los estudios de los hijos— y, por supuesto, el seguro de autos. «Antes la gente no aseguraba su coche, ahora no lo saca si no lo aseguró».
Eso sí, el tabasqueño, antes que asegurar su vida, prefiere comprar una póliza para su auto, luego pensará en un seguro para la salud y, en el tercer sitio, asegurar su vida.
«Los seguros del coche y gastos médicos... solo que el del coche te lo piden y el de vida, hay que salir a promoverlos», detalla Gular Solórzano, para quien los seguros son su propia vida.